

RIO GRANDE.- Momentos de tensión se vivieron este sábado en el Gran Premio de la Hermandad. Cerca de las 12:00 del mediodía, un Ford Ka con el número 918, conducido por el binomio de Martín Thompson y Oscar Bahamonde, protagonizó un fuerte accidente en el sector de Onaisín. El impacto fue de tal magnitud que Thompson sufrió fracturas en la clavícula y una costilla, además de un leve traumatismo craneal. Por su parte, el copiloto, Bahamonde, solo habría sufrido un fuerte golpe en un brazo.
La carrera fue suspendida de inmediato y se activó un cordón sanitario para trasladar a Thompson de urgencia al Hospital de Río Grande. A pesar de la gravedad del choque, las primeras informaciones desde el centro de salud trajeron tranquilidad ya que el piloto llegó consciente y, tras someterse a diversos estudios, fue estabilizado y se encuentra fuera de peligro.
En diálogo con FM Fuego, Alejandra Thompson, hermana del piloto, confirmó la noticia. "Martín se va a someter a una intervención médica". Añadió que los médicos le aseguraron que "no corre riesgo su vida". La familia ha expresado su alivio ante las noticias, esperando una pronta recuperación.
La rápida respuesta de los equipos de emergencia y la activación del protocolo de seguridad fueron relevantes para controlar la situación y permitir la asistencia médica de manera segura. Tras el accidente, se emitió una estricta indicación para los demás competidores y espectadores de que nadie debía moverse de su lugar hasta que pasara el "vehículo barredor" (el auto 000). Esta medida de seguridad es fundamental en el reglamento del Gran Premio, ya que su paso confirma que no quedan corredores en la pista, permitiendo que el tráfico de espectadores y personal de asistencia se reanude sin riesgo.