

RIO GRANDE.- La celebración del Día del Niño tiene un origen que va mucho más allá de las campañas de marketing. Surgida tras la Primera Guerra Mundial, la iniciativa buscó generar conciencia sobre la necesidad de una protección especial para los más vulnerables. La activista Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the Children, impulsó la primera Declaración de los Derechos de los Niños en 1924, un hito que sentó las bases para la posterior Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.
El objetivo central de esta conmemoración, que se celebra en diferentes fechas en cada país, es la promoción de los derechos de los niños y niñas y el fomento de "la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo entero". A pesar de que en la actualidad se consideran básicos derechos como el acceso a una vivienda digna, a la educación y a una alimentación adecuada, la ONG Humanium señala que millones de niños en el mundo aún tienen vulnerados estos derechos.
En Argentina, el festejo se celebra desde 1960, tradicionalmente el segundo o tercer domingo de agosto, aunque la fecha puede variar. A diferencia de otros países, la celebración en nuestro país se relaciona fuertemente con el consumo y la compra de juguetes, a menudo relegando a un segundo plano el verdadero significado histórico y social de esta fecha. En otros países de Latinoamérica, como Paraguay (31 de mayo) o México (30 de abril), la conmemoración ocurre en diferentes momentos del año, pero mantiene el mismo objetivo de visibilizar la situación de la infancia.