domingo 17 de agosto de 2025 - Edición Nº2447

Generales | 17 ago 2025

Politica dominguera

TDF vota entre el orden y el enojo: listas al límite, bolsillos, alertas y viejas banderas que vuelven

10:51 |Con la lapicera al borde de la medianoche, la política fueguina se ordena a los empujones: nace un polo provincialista con Pérez y Harrington, la UCR busca no diluirse entre extremos y el eje LLA–PRO define fichas. Afuera, la sociedad acusa recibo: inflación “baja” en el papel, nafta cara en el surtidor, cortes de luz y la eterna discusión por la salud y la soberanía.


Hoy a las 23:59 vence el plazo para presentar listas y el poder real se mide en silencio. Tierra del Fuego llega a la recta final con dos discusiones superpuestas: quién ocupa las casillas de la Boleta Única y qué clima social recibe a esos nombres en octubre.

En el tablero político, la novedad es el tono provincialista. Provincia Grande cristaliza el movimiento de Martín Pérez y el salto de Daniel Harrington, un armado que busca “desnacionalizar” la conversación y volverla fueguina, con la incorporación de sellos locales y sindicatos. El peronismo que conduce Walter Vuoto siente el tirón: el reordenamiento no es ruptura ruidosa, pero sí un corrimiento del centro de gravedad. Del otro lado, la UCR intenta una arquitectura propia, a mitad de camino entre la alianza y la resistencia, tratando de ofrecer una salida “razonable” en un ecosistema que se polariza. Y el eje libertario–amarillo juega a último minuto: nombres en reserva y expectativa de arrastre nacional.

Mientras tanto, la calle cuenta otra historia. La inflación de julio marcó 1,9% –el registro más “amable” de los últimos años–, pero el ciudadano mira el surtidor: tres ajustes de combustibles en menos de dos semanas y la Súper por encima de los $1.000 en la provincia. El número del INDEC se celebra en Buenos Aires; en Río Grande y Ushuaia el “índice del tanque” manda. La energía también dejó su marca: cortes programados en horarios laborales que irritan a usuarios y comercios. Y el sistema de salud estatal (OSEF) sigue en terapia: la Legislatura votó herramientas para tapar baches y ordenar la gestión, pero persiste la sensación de cansancio social con soluciones de corto aliento.

A la agenda económica se le sumó un factor identitario: la polémica por Harbour Energy reactivó el reflejo Malvinas y abrió grietas entre Provincia y Nación. En campaña, discutir “quién cuida mejor la soberanía” siempre rinde, pero acá además toca fibras de empleo, regalías y licencia social.
A todo esto se suma un temor que pocos dicen en voz alta, pero que se percibe en cada fábrica, comercio o pasillo de la administración pública: el miedo a perder el empleo. La combinación de recesión nacional, la incertidumbre sobre la continuidad del régimen industrial y los ajustes en el Estado alimentan una sensación de fragilidad que atraviesa a todas las generaciones. Es un miedo silencioso, pero masivo, que explica en gran parte el humor social de esta campaña: el fueguino busca certezas laborales más que consignas ideológicas, y espera de la política un mensaje claro sobre cómo sostener puestos de trabajo en medio de la tormenta.

Con este telón, las listas que entren hoy al Juzgado no solo necesitarán marcas y figuras; necesitarán narrativa. Quien logre unir tres promesas concretas –previsibilidad en tarifas y combustibles, estabilidad mínima en OSEF y reglas claras en energía e hidrocarburos con perspectiva de soberanía– tendrá ventaja. No alcanza con consignas nacionales: el votante fueguino premiará a quien le resuelva lo cotidiano y lo haga sin perder el horizonte de autonomía y desarrollo.

Esta medianoche se cierran los nombres. Desde mañana empieza la verdadera disputa: ¿quién tiene plan y quién solo tiene lista?

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