

USHUAIA.- La situación de los operarios de la DPE de Ushuaia escaló a un punto de quiebre este martes. La determinación sindical surge a raíz de la frustración por la falta de avances en un reclamo que se extiende desde hace nueve años: el reconocimiento de las tareas peligrosas que realizan a diario y la correspondiente inclusión de un adicional salarial. Según el Sindicato de Luz y Fuerza, la Dirección Provincial de Energía es la única dependencia en el país donde no se reconoce oficialmente el riesgo inherente a este tipo de labor, situación que contrasta con la realidad de sus pares en la cercana localidad de Tolhuin, donde el plus sí es abonado.
En una entrevista con Radio Provincia, Leonardo Brangeri, secretario General de la Seccional Ushuaia del Sindicato, explicó que la paciencia de los trabajadores llegó a su límite. El detonante fue la respuesta formal de la Caja de Previsión, que calificó por escrito las tareas como “normales” en lugar de peligrosas, a pesar de que una resolución previa del Ministerio de Trabajo, lograda tras una comisión de estudio, había validado la peligrosidad del oficio. Esta decisión, que el sindicato considera una “tomada de pelo”, desató el enojo generalizado.
Como forma de protesta, los trabajadores han decidido no tocar "ningún cable energizado" ni ningún otro "sistema energizado" hasta que su demanda sea resuelta. Esta medida de fuerza, que el sindicato lamenta que termine afectando a la sociedad, es vista como la única herramienta para hacerse escuchar.
Brangeri también aludió a un "círculo vicioso" de responsabilidades, donde la Caja le atribuye el problema al Ministerio de Trabajo, y este a su vez a la DPE. El líder sindical afirmó que, si bien la situación puede resolverse de forma simple, “aparentemente no lo quieren hacer”. El conflicto se intensifica en un contexto de rumores sobre una posible privatización de la DPE a la empresa Terra Ignis, lo que genera mayor incertidumbre y preocupación entre los empleados.