

Fraser fue, durante décadas, sinónimo del transporte de cargas en Río Grande. Su empresa, que condujo con pasión y esfuerzo hasta ayer mismo, fue mucho más que un emprendimiento: fue su gran orgullo, el motor de su vida y la obra a la que dedicó cada jornada. Supo hacerlo todo con muchísimo sacrificio, levantando con sus propias manos un proyecto que marcó al sector y acompañó el crecimiento de la ciudad.
“Dejó su vida en lo que amaba: el transporte”, recuerdan con emoción quienes compartieron con él tantos años de trabajo. Su compromiso, tenacidad y entrega marcaron a generaciones y lo convirtieron en un referente indiscutido de la actividad.
La noticia de su partida enluta a la comunidad y al ámbito empresarial, que despiden a un hombre que construyó con esfuerzo y dedicación, y que supo dejar huella en la historia productiva de Tierra del Fuego.