

El documento, rubricado el 5 de septiembre en Río Grande por los directores de carrera Víctor Garcés e Iván Cárdenas, señala que el accidente del vehículo Nº 918 impidió el normal desarrollo de la competencia y que informes de Aduana, Migraciones, SAG y PDI dieron cuenta de irregularidades, entre ellas la incautación de mercadería no declarada, lo que compromete la legalidad y regularidad del evento.
Con base en estos antecedentes, las comisiones directivas resolvieron:
Dejar sin efecto la realización de la 50ª edición del Gran Premio de la Hermandad.
Declarar formalmente cancelada la competencia, en resguardo de la transparencia, la legalidad y el correcto desarrollo de la actividad deportiva.
El acta deja constancia de que un ejemplar queda en poder de cada asociación.
La suspensión de la edición número 50 marca un hecho histórico para la tradicional competencia que, desde 1974, une a argentinos y chilenos en torno al automovilismo. La decisión reaviva el debate sobre el futuro de la carrera, cuestionada en los últimos años por su organización, la falta de medidas de seguridad y los conflictos institucionales que ponen en duda su continuidad.