

Durante una entrevista en FM Del Pueblo, la médica pediatra Belén Gamboa, jefa del servicio de adolescencia del Hospital Regional Río Grande, advirtió sobre la necesidad de trabajar en la detección temprana del cáncer infantil. Recordó que se trata de una de las principales causas de mortalidad en niños y adolescentes en todo el mundo, pero remarcó que un diagnóstico precoz “asegura o posibilita altas tasas de remisión, a diferencia de lo que ocurre en adultos”.
La especialista explicó que los tipos más frecuentes en la edad pediátrica son la leucemia, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central. Sobre la leucemia, en particular, destacó que “con un tratamiento precoz y protocolos validados, la expectativa de remisión pone una luz al final del camino respecto de la curación del niño o adolescente”.
Gamboa instó a los padres a prestar atención a ciertos síntomas: pérdida brusca de peso, fatiga persistente, fiebre prolongada sin causa aparente, aparición de hematomas no atribuibles a golpes, sangrado en encías y ganglios inflamados de manera reiterada. “El pediatra o médico clínico está capacitado para hacer una primera aproximación diagnóstica. Ante la sospecha, la derivación al especialista debe hacerse con la mayor premura posible”, señaló.
La doctora también pidió no minimizar dolores persistentes en huesos o articulaciones, que muchas veces se confunden con el “estirón” del crecimiento. “Si el niño insiste con dolores que afectan su vida diaria o su actividad deportiva, es importante consultarlo con el pediatra para descartar procesos oncológicos”, aclaró.
Finalmente, resaltó el trabajo conjunto con hospitales de referencia nacional como el Garrahan, donde se derivan casos de mayor complejidad. Y concluyó con un mensaje contundente: “La concientización y la consulta temprana son claves para salvar vidas”.