

“Yo estaba a punto de jubilarme, pero cuando Mario me dijo que se retiraba, asumí el compromiso de conducir al menos una gestión”, expresó Álvarez en diálogo con FM La Isla. Lo acompañará como vicedecano el ingeniero Demian Ferreyra.
El flamante decano subrayó que la facultad mantendrá el espíritu de trabajo en equipo que la caracterizó durante décadas, aunque adelantó ajustes en la organización interna: “Va a haber cambios, porque alguien deberá ocupar mi lugar como Secretario Académico. El objetivo es sostener la institución y adaptarla a los tiempos que corren”.
Álvarez recordó los orígenes de la UTN en la provincia, cuando dependía de Bahía Blanca, y destacó la consolidación lograda en Río Grande: más de 700 ingenieros graduados y cerca de 2.000 profesionales si se incluyen profesorados y licenciaturas.
Al repasar las etapas más difíciles, Álvarez mencionó el cierre del profesorado: “Fue un trabajo de años que de un día para otro quedó destruido. Muchos alumnos tuvieron que dejar sus estudios. Para mí fue durísimo”. También recordó el inicio de Ingeniería Química, cuando la Legislatura comprometió un financiamiento que solo duró tres meses: “El resto lo sostuvimos los docentes, dando clases sin que nadie nos pagara”.
El nuevo decano describió un panorama complejo para las universidades nacionales: “Hoy los salarios docentes se han degradado entre un 40 y un 50%. Esto afecta también a la obra social, que recibe menos aportes mientras los medicamentos siguen aumentando”.
Advirtió que, si se concreta el veto presidencial al presupuesto universitario, podrían realizarse medidas de protesta: “Una de las propuestas es colocar crespones negros en las puertas como símbolo de la muerte de la universidad”.
Álvarez alertó sobre el impacto del desfinanciamiento en la investigación: “Las becas se acortaron y los investigadores cobran una miseria. En Buenos Aires ya hay docentes que piden licencia para irse al sector privado. Acá todavía no pasó, pero estamos en riesgo”.
Pese a las dificultades, valoró la inserción laboral de los egresados: empresas como TotalEnergies, Tecnomyl, ROCH y BGH han incorporado ingenieros de la UTN fueguina. “La gran mayoría de nuestros graduados consigue trabajo enseguida. Hoy cerca del 70% de nuestros docentes son egresados de esta facultad”, afirmó.
Con la salida de Mario Ferreyra, Álvarez asumirá la conducción en un momento sensible para la educación superior. “Las universidades atraviesan un momento extremadamente delicado. Hay que sostenerlas porque son fundamentales para el desarrollo y el futuro de nuestros jóvenes”, concluyó.