

RÍO GRANDE.- El extendido conflicto docente en la provincia ha alcanzado un punto de ebullición que preocupa, con desobligaciones, paros y acampes que han perturbado el ciclo lectivo y provocado incidentes de violencia. En medio de este clima tenso, la voz de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) ofrece una perspectiva crítica, cuestionando abiertamente el liderazgo y las tácticas del SUTEF.
Juan Carrizo, delegado de AMET, fue contundente en su análisis. “Nosotros no compartimos algunas metodologías que se están llevando adelante desde Sutef”. Según Carrizo, la actual conducción del sindicato mayoritario ha tomado decisiones de "acción directa" sin el consenso de la mayoría de la docencia, lo que se traduce en una escasa participación de los maestros. El resultado, advirtió, es un conflicto que termina por "enfrentar a la sociedad contra los docentes" y que desvía el foco del verdadero responsable de la crisis: el Gobierno.
Carrizo no eludió la realidad de los bajos salarios. Coincidió plenamente en que el sueldo docente está “muy por debajo de la línea de pobreza” y que las propuestas gubernamentales son insuficientes para paliar el impacto de la inflación. Sin embargo, enfatizó que la lucha por una remuneración digna no debe sacrificar el derecho de los alumnos a la educación. “Es posible llevar un reclamo adelante, pero con los chicos adentro del aula”, sentenció, proponiendo buscar “otras metodologías”.
Para la AMET, el reclamo es una cuestión de forma y no de fondo. Carrizo sugirió que el SUTEF podría aprovechar las licencias gremiales para organizar sus acciones sin interrumpir las clases. "El sindicato mayoritario que tiene el gran beneficio de tener un gran acuerdo de horas gremiales, licencias, podría estar trabajando con las personas que tiene que afectar y el resto estar trabajando y dando clases", señaló.
Además de esta crítica, AMET propone su propia hoja de ruta. Carrizo reveló que su gremio ha presentado un proyecto de ley de financiamiento educativo en la Legislatura, que aborda la problemática desde una "óptica" diferente. En lugar de aumentar impuestos, la iniciativa busca que las grandes empresas aporten al sistema educativo a través de beneficios impositivos, una solución que consideran más sostenible. La propuesta se centra en tres ejes clave: salario, infraestructura y la provisión de recursos para docentes y alumnos.
Finalmente, Carrizo adelantó que AMET acompañará una movilización de docentes universitarios, demostrando que su gremio mantiene la postura de reclamo, no solo por una cuestión salarial, sino por el financiamiento de toda la educación pública, en general. La nota concluye con un llamado a la unidad, pero con una clara diferencia de posturas sobre cómo lograr los objetivos.