

De acuerdo a lo que pudo conocerse, los trabajadores afectados estaban contratados bajo la modalidad de “Permanentes de Prestación Discontinua” (PPD), un esquema habitual en la industria electrónica fueguina.
Con estas últimas cesantías, el Grupo Mirgor acumula más de 120 desvinculaciones en menos de tres meses. El proceso incluye las “salidas acordadas” de julio, los 30 despidos registrados en agosto y los que se sumaron en septiembre, siempre con eje en las distintas plantas que el conglomerado posee en Río Grande.
Fuentes del sector industrial confirmaron que la planta de Islas Malvinas fue la más afectada por los movimientos de personal. En paralelo, los empleados metalúrgicos de esa sede —ya sea en IATEC, Brightstar o FAMAR— permanecen bajo un régimen de suspensiones que implica detener la producción una semana completa por mes, medida que se mantendría hasta fin de año.
La dinámica incluye además el traslado de operarios entre distintas fábricas del grupo, particularmente hacia las plantas de calle Einstein y calle Sarmiento.
Aunque la compañía no emitió declaraciones públicas, en el ámbito sindical y entre los propios trabajadores crece la preocupación por la continuidad de estas medidas. La práctica de recortar puestos bajo la figura PPD o a través de acuerdos individuales mantiene en alerta a los operarios, que advierten un ajuste silencioso en la industria electrónica fueguina.