

En declaraciones en FM del Pueblo, el secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, trazó un duro diagnóstico sobre la situación del sector de la construcción bajo la gestión de Javier Milei. “En un solo plumazo nos quedamos con casi 300 mil trabajadores desocupados en todo el país, cuando se frenaron todas las obras públicas. Hasta ahora sigue todo parado”, afirmó.
Ramírez remarcó que la crisis golpea de lleno a las familias obreras:
“Cada día que pasa es desesperante porque la gente no tiene trabajo y ya casi no tiene ni para comer”.
Según explicó, muchos trabajadores migraron ante la falta de oportunidades, mientras que quienes permanecen se sostienen con subsidios municipales, bolsones de alimentos y changas. Recordó que proyectos como el de los molinos y el tendido de cableado en Río Grande, que llegaron a ocupar a más de 100 obreros, ya finalizaron y hoy apenas quedan 20 en actividad.
También señaló que los planes de vivienda se redujeron a tal punto que, de 56 unidades previstas, una empresa solo recibió autorización para terminar 12: “Con eso trabajan cuatro o cinco personas, no sirve para generar empleo”, cuestionó.
Sobre las perspectivas, sostuvo que hay expectativas con la remodelación del aeropuerto de Río Grande, que podría comenzar en diciembre y demandar tres o cuatro meses de trabajo intensivo. Además, confió en la posibilidad de que se retomen acuerdos con empresas chinas, en contraste con los anuncios sobre el puerto que “no se concretaron en nada”.
El sindicalista apuntó directamente contra la política nacional: “Este gobierno castigó duramente a la construcción”. También reconoció que muchos trabajadores que votaron a Milei hoy manifiestan su arrepentimiento:
“La mayoría de los compañeros que lo votaron están muy arrepentidos. Pensaban que era otra cosa, pero fue un fracaso”.
Ramírez advirtió que numerosas empresas del rubro cierran porque no pueden sostener los costos sin ingresos y criticó el estado de la Ruta Nacional Nº 3, que describió como “descascarada y rota por todos lados” tras la retirada de la empresa encargada del mantenimiento.
“Estamos todos esperando que aparezca trabajo. Mientras tanto, las familias tironean con lo que pueden para sobrevivir”, concluyó.