

El crimen se produjo en una casa ubicada sobre el pasaje sin nombre 44, cerca de la calle Los Lupinos, donde efectivos de la Comisaría Cuarta encontraron a Rodríguez en medio de un charco de sangre, con una herida grave en la pierna que resultó letal. Pese a las maniobras de reanimación practicadas en el lugar, la víctima murió antes de recibir asistencia hospitalaria.
Junto al cuerpo estaba Augusto Pastori (31), quien habría sido la persona que llamó al 101 para pedir ayuda. El hombre presentaba un corte en la mano y, según testigos, intentó intervenir en el forcejeo entre Rodríguez y el adolescente sospechado del ataque. Fue trasladado al hospital y quedó detenido de manera preventiva, mientras la Justicia define su grado de participación en el episodio.
El principal apuntado por el crimen es un adolescente de 16 años, que escapó de la vivienda tras la agresión y es intensamente buscado por la Policía. Según fuentes de la investigación, el joven ya había tenido intervenciones anteriores por delitos menores.
La escena fue preservada para los peritajes correspondientes, con la presencia de la jueza de turno Cecilia Cataldo y el fiscal Ariel Pinno, quienes ordenaron las primeras medidas para reconstruir la secuencia de hechos y localizar al sospechoso.
El caso fue caratulado como homicidio y reaviva la preocupación por la escalada de violencia en la Margen Sur, un sector históricamente marcado por conflictos y episodios delictivos que no dan respiro a los vecinos.