lunes 29 de septiembre de 2025 - Edición Nº2490

Generales | 29 sep 2025

CARLOS GLITIN (CHINOA)

“Me atrajo esto de producir algo totalmente diferente”

13:34 |El responsable de la fábrica de chocolate y punto de venta de sus productos “Chinoa”, de Río Grande, contó sobre su emprendimiento y las circunstancias en las cuales decidió impulsarlo. Al respecto aseguró: “lo que me atrajo no era la rentabilidad, por lo menos en el corto plazo. Me atrajo esto de producir algo totalmente diferente”. La experiencia de un emprendedor, su familia y los colaboradores.


Carlos Glitin, quien se encuentra al frente de la fábrica y el punto de venta de chocolate “Chinoa”, que se encuentra ubicado en la calle Carlos Pellegrini 138 de Río Grande, en una entrevista durante el programa radial “Desde las Bases”, por Radio Provincia, relató la realidad de los emprendedores, la génesis y el desarrollo que tuvo su emprendimiento hasta la actualidad.

Luego de comentar la importancia del acompañamiento familiar; el rol que tuvo su empleado, Juan Liquin; el orgullo de haber llegado con sus productos a países como Estados Unidos, Australia o Hong Kong y mencionar que el nombre “Chinoa” responde a la unificación del nombre de sus dos perras, Chichi y Noa; Glitin comentó sobre el emprendimiento que “el chocolate se divide en dos partes, uno es el chocolatier, digamos el que hace arte con el chocolate, que ahí es donde nosotros no nos especializamos mucho, y el otro es el chocolate maker, que es el que fabrica el chocolate”.

“Por eso a nosotros nos gusta que nos ubiquen en ese lugar, en la fábrica de chocolate, porque nosotros transformamos un grano de cacao, que traemos de un origen determinado, hacemos todo el proceso y lo transformamos en un chocolate, y lo presentamos de la forma más digna que podemos en una tableta, con un buen packaging. Pero no nos pidan mucho más que eso, es como que nosotros somos productores de chocolate y nos gusta que después alguien con nuestro chocolate haga el arte que tiene que hacer”, dijo Glitin.

Más adelante, respecto del impulso que tuvo para sumergirse en este proyecto, señaló que “Hay muchos factores, yo soy ingeniero y siempre me gustó el chocolate, y descubrí esta filosofía de fabricación que se llama bean to bar, que es algo muy reciente en el mundo y que significa el grano a la barra. Y me gustó mucho porque tenía muchos procesos de fabricación. Había que tener mucho cuidado con la temperatura, con la densidad, y eso me atrajo. Porque era súper disruptivo, algo nuevo en el mundo”, destacó.

También dijo que descubrió que “detrás de eso había valores súper interesantes, detrás de la industria del cacao hay muchísimas desigualdades. Les recomiendo, porque hay una serie en Netflix que se llama Rotten y en uno de los capítulos se habla del cacao. Allí hay actualmente trabajo infantil, trabajo esclavo, sobre todo en África. Y esta forma de hacer chocolate tiene un componente humano interesante, porque hace que el productor de cacao directamente se lo venda al fabricante. Es decir, por ejemplo, nosotros le compramos directamente a una finca en Ecuador y en mi caso puntual, me aseguran que les dan escolaridad a los hijos de los trabajadores del lugar”, mencionó.

Finalmente dijo que le atrajo “que el producto era totalmente novedoso, porque estamos empezando a hablar del chocolate de origen. A lo mejor con el vino estamos más familiarizados, con que uno va a tomar un vino de un origen determinado y una cepa determinada. Con el café ahora está en auge, pero con el chocolate nadie todavía lo maneja. Entonces, ser punta de lanza en Argentina junto con otras tres o cuatro empresas del país para generar la cultura en Argentina, me generó una motivación. Sin lugar a dudas, no es un producto de venta masiva, con lo cual lo que me atrajo no era la rentabilidad, por lo menos en el corto plazo. Me atrajo esto de producir algo totalmente diferente”, señaló.

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