USHUAIA.- El referente de Provincias Unidas, Pablo Daniel Blanco, condenó de manera enérgica los disturbios y grescas que se desataron en Ushuaia tras la aparición pública del presidente Javier Milei, calificándolos como una escalada violenta sin sentido que debe ser repudiada por todo el arco político.

“La violencia aparece justamente cuando se agotan la razón y los argumentos” enfatizó el Senador. “Tierra del Fuego no merece verse envuelta en estas peleas de energúmenos, no importa si son identificados como ‘violetas’ o ‘K’. Es una barbaridad que condeno con toda mi energía. El único sendero viable para avanzar en democracia es el diálogo y la búsqueda de entendimiento”, sostuvo el legislador.

Blanco consideró que este triste espectáculo "merece el repudio de todos los fueguinos" y además apuntó directamente contra la organización del evento. “Además de exponer graves fallas en materia de seguridad por parte de las autoridades y los organizadores, lo sucedido demuestra que cuando el fanatismo desplaza a los argumentos, un simple insulto puede convertirse en la chispa que desate un papelón o, peor aún, una tragedia social”.

En esa misma línea, el legislador remarcó que la violencia solo tiene como fin la destrucción o el aplastamiento del adversario. Por el contrario, recordó que “en el marco democrático, la diferencia de opiniones es absolutamente necesaria”. Quienes no logran comprender esta premisa, "terminan creyendo que las diferencias se resuelven a las trompadas”, criticó duramente.

El Senador de Tierra del Fuego hizo hincapié en que los ciudadanos enfrentan problemas demasiado graves y urgentes en la provincia como para desperdiciar energía en este "triste espectáculo al ver a dos grupos enfrentados de esta manera tan virulenta muestra una sociedad partida, cuando lo primordial es la unión y el trabajo mancomunado para sacar la provincia adelante”.

Finalmente, Blanco lanzó una tajante advertencia política que abarca a todo el espectro nacional. “A las piñas no hay futuro. Con escraches no hay futuro. Con un gobierno que niega la enorme crisis social que está agravando no hay futuro. Y con un kirchnerismo que no tiene memoria del daño ocasionado al país ni un pelo de vergüenza para criticar en otros lo que ellos mismos hicieron, lo que tenemos asegurado es un retroceso”.