

El Senado de la Nación abre este miércoles una de las jornadas más calientes de las últimas semanas. Desde las 11, en un plenario de comisiones encabezado por Asuntos Constitucionales, se debatirán múltiples pedidos de interpelación a funcionarios nacionales, con un nombre que concentra toda la atención: Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, señalada por la oposición en el marco de la criptoestafa Libra.
En la misma agenda aparecen el jefe de Gabinete Guillermo Francos, en el ojo de la tormenta por la presión política en Diputados; y Diego Spagnuolo, ex titular de la ANDIS, apuntado por los audios filtrados y la polémica en torno a las pensiones no contributivas por invalidez.
El temario suma también la citación al ministro de Salud Mario Lugones para explicar el caso de fentanilo contaminado, que pese a haber perdido espacio mediático sigue siendo un punto crítico en materia sanitaria.
Pero la tensión no se limita a las interpelaciones. A la par, el bloque peronista, de la mano de José Mayans, buscará frenar en la Comisión de Ciencia y Tecnología la privatización de Nucleoeléctrica Argentina S.A., la empresa que opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La intención es avanzar con un dictamen que se lleve al recinto este jueves, cuando además se tratarán los vetos presidenciales a los proyectos de emergencia en Discapacidad y de financiamiento universitario.
En este escenario, cada comisión se convierte en un campo de batalla. Todas están presididas por senadores kirchneristas, salvo Economía Nacional e Inversión, bajo el control del radical fueguino Pablo Blanco, uno de los más críticos del Gobierno de Javier Milei incluso cuando gran parte de su bancada lo respaldaba.
La sesión de este miércoles promete definiciones fuertes y un nuevo termómetro político en la relación entre el Gobierno y el Congreso, donde las denuncias por corrupción, la pulseada por los recursos estratégicos.