

Desde el Banco Central aclararon que el Gobierno postergó hasta noviembre la actualización de impuestos a los combustibles, pero las petroleras siguieron ajustando precios en base al costo del crudo, la inflación y la operatoria de microajustes. Así, cada carga de nafta representa un golpe directo al presupuesto de los hogares y un nuevo costo para la cadena de abastecimiento de bienes básicos.
La situación genera preocupación en todos los sectores: mientras las empresas de transporte advierten por la suba de tarifas, los consumidores sienten cómo el combustible se transforma en otro de los factores que aceleran la inflación y encarecen el costo de vida.
Con la economía en tensión y la inflación presionando, el panorama para las próximas semanas no ofrece alivio: los combustibles siguen en aumento y arrastran con ellos a toda la economía.
Tipo de combustible | Precio estimado en TF (septiembre / octubre 2025) |
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Nafta Súper | $1.007 |
Nafta Premium / Infinia | $1.215 |
Ultra Diésel | $1.194 |
Diésel Premium / Infinia | $1.394 |
Las subas de septiembre respondieron a incrementos parciales en los montos fijos de los impuestos al combustible (el impuesto sobre combustibles líquidos y el impuesto al dióxido de carbono) que habían sido diferidos.
A ello se sumó el sistema de micropricing que ajusta los precios de manera casi diaria en función de la demanda, el costo del crudo internacional, la carga impositiva y los márgenes de las estaciones de servicio.
Además, el gobierno acaba de aplazar la actualización del impuesto a los combustibles hasta noviembre (Decreto 699/2025), probablemente para suavizar el impacto inflacionario en un mes clave electoral.