

El Senado de la Nación volvió a propinarle un revés al gobierno de Javier Milei, esta vez en dos frentes particularmente sensibles para la ciudadanía: la salud infantil y la educación superior. En una jornada cargada de tensión política, la Cámara Alta rechazó los vetos presidenciales a las leyes de emergencia en pediatría —con epicentro en el Hospital Garrahan— y de financiamiento universitario, obligando al Poder Ejecutivo a promulgar ambas normas.
La votación dejó en evidencia la soledad parlamentaria del oficialismo. La insistencia en la ley de emergencia pediátrica obtuvo 59 votos afirmativos, mientras que solo seis senadores de La Libertad Avanza —junto a Francisco Paoltroni y Carmen Álvarez Rivero del PRO— votaron en contra.
En el caso del financiamiento universitario, que fue elaborado a partir de un proyecto del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el resultado fue 58 votos a favor y 7 en contra, con la misma foto política: oposición cohesionada y libertarios aislados.
Además, hubo abstenciones que marcaron diferencias dentro de los bloques tradicionales. Tres senadores del PRO, Alfredo de Angeli (Entre Ríos), María Victoria Huala (La Pampa) y Martín Goerling (Misiones), se abstuvieron en ambas votaciones, mientras que la radical Carolina Losada (Santa Fe) se abstuvo en el tema universitario.
La derrota golpea a la Casa Rosada en un momento crítico, donde el malestar social por el desfinanciamiento en salud y educación ya se venía profundizando. Para la oposición, el rechazo a los vetos presidenciales es una señal clara: la defensa del Garrahan y de la universidad pública no admite ajustes ni recortes.
Con este resultado, el Ejecutivo queda obligado a promulgar ambas leyes, en lo que constituye una de las derrotas parlamentarias más resonantes de la gestión libertaria.