

El titular de la Unión Argentina de Salud (UAS), Hugo Magonza, advirtió sobre un fenómeno que enciende las alarmas: cada vez más personas con patologías deciden abandonar su cobertura privada y migrar a la obra social o al hospital público. Una señal del deterioro social y económico que podría derivar en un colapso del sistema sanitario si la tendencia se profundiza.
“Observo un fenómeno nuevo: gente con patologías que deja de pagar la prepaga y vuelve a la obra social o al hospital público”, alertó Magonza en una entrevista reciente. El diagnóstico revela una realidad silenciada: los sectores medios, históricamente sostenedores de las prepagas, ya no logran afrontar cuotas que se tornaron impagables.
El dirigente explicó que, además de la caída de ingresos de la población, el sector enfrenta su propio descalabro. Las drogas y medicamentos pasaron en pocos años de representar menos del 20% a más del 40% de la estructura de costos de las coberturas, un peso que empuja a las empresas a ajustes permanentes.
El panorama se agrava con la concentración del mercado de salud privado. Según Magonza, muchas prestadoras pequeñas quedaron en el camino, incapaces de sostener el nivel de prestaciones exigido por la ley. Esto consolidó a los grandes grupos, mientras miles de familias quedaron sin opciones más accesibles.
La crisis tiene múltiples rostros: usuarios que interrumpen tratamientos por no poder pagar, hospitales públicos que ya sienten el incremento de demanda, y un sistema que parece caminar al borde del colapso.
Lo que está en juego no es un servicio más: es el derecho a la salud, cada vez más lejos del bolsillo de los argentinos.