

Entre luces, papelitos y guitarras eléctricas, el mandatario irrumpió en el escenario al ritmo de “Panic Show”, de La Renga, mientras lo esperaba una banda integrada, entre otros, por los diputados libertarios Lilia Lemoine y Alberto “Bertie” Benegas Lynch.
Durante casi dos horas, Milei combinó rock, discursos y política. Cantó temas clásicos como “Demoliendo Hoteles”, “El rock del Gato” y “Libre”, mientras arengaba a sus seguidores a “no aflojar” porque “hay que terminar de pasar el río”.
“Estamos derrotando a los que odian la libertad, les estamos ganando el debate. Cuando los zurdos pierden el debate, empiezan con la violencia”, lanzó el mandatario, en una frase que desató ovaciones entre los asistentes.
El presidente también dedicó mensajes al kirchnerismo: “Pudiste ganar un round, pero no ganaste la batalla ni la guerra”, dijo, en alusión a los resultados electorales recientes en Buenos Aires, y alentó el canto de “Cristina es tobillera”, entre los simpatizantes que lo acompañaron en el microestadio.
En diálogo con el vocero Manuel Adorni, Milei insistió en su plan económico y en la baja de impuestos como motor de crecimiento. “Si logramos llegar a 2031, les estaremos devolviendo a los argentinos 500 mil millones de dólares en impuestos que ya no tendrán que pagar”, aseguró.
También reafirmó su respaldo a Israel en el conflicto de Medio Oriente, al definirlo como “el bastión de Occidente” y reclamar por los rehenes, “entre los cuales hay cuatro argentinos”.
Durante un intervalo del show, el escritor y conferencista Agustín Laje habló sobre “la batalla cultural”, en una suerte de prólogo ideológico al tramo final de la presentación, que cerró con la interpretación de “No me arrepiento de este amor” en versión punk.
La banda estuvo compuesta por legisladores y militantes libertarios, en una puesta en escena que mezcló estética de recital con mensaje político.
En los alrededores del estadio hubo momentos de tensión entre grupos libertarios y manifestantes opositores. La Policía de la Ciudad y la Gendarmería Nacional intervinieron para separar a los sectores y evitar incidentes. No se registraron detenidos.
Adentro, en cambio, el clima fue de euforia y militancia: coreografías, luces, papelitos y una puesta que reafirmó el estilo performático con el que Milei busca sostener su narrativa de “revolución libertaria” y mantener a su base movilizada en el tramo final de la campaña.