

Mientras en buena parte del país la inflación parece aflojar su ritmo, en Tierra del Fuego el costo de vida sigue escalando.
Un análisis comparativo realizado con datos del Instituto Provincial de Análisis, Investigación, Estadística y Censos (IPIEC), el INDEC y relevamientos inmobiliarios locales, revela que vivir en Ushuaia puede costar entre un 30 % y un 45 % más que en el Gran Buenos Aires.
La combinación de alquileres récord, servicios esenciales más caros y una canasta básica regional más elevada explica por qué muchos fueguinos sienten que su salario “se evapora” antes de llegar a fin de mes.
Los precios de los alquileres en Ushuaia alcanzaron niveles inéditos: un departamento pequeño de un dormitorio supera los $800.000 mensuales, mientras que en Río Grande los valores rondan los $600.000.
Hace apenas un año, alquilar un monoambiente costaba la mitad. Hoy, los contratos nuevos incluyen depósitos y gastos de ingreso que, en algunos casos, superan los $1,5 millones.
La escasa oferta, el crecimiento turístico y la falta de nuevos desarrollos urbanos empujan una tendencia que parece no tener freno.
El invierno fueguino no solo congela los termómetros: también derrite los bolsillos.
Los hogares destinan en promedio $200.000 mensuales a servicios básicos, principalmente gas y electricidad, debido al uso constante de calefacción.
Aunque la provincia goza de tarifas bonificadas, la demanda energética del clima extremo triplica el consumo medio de otras regiones del país.
Según los datos oficiales del IPIEC, la Canasta Básica Total (CBT) en la región Patagonia supera los $1.384.000 para una familia tipo de cuatro personas, frente a los $1.210.000 del Gran Buenos Aires.
El encarecimiento se explica por los altos costos de transporte y distribución, que impactan directamente en los precios de alimentos y bienes esenciales.
En los supermercados locales, productos como la leche, el pan o las frutas frescas pueden costar hasta un 25% más que en Buenos Aires o Córdoba.
Si se suman canasta, alquiler y servicios, una familia promedio necesita alrededor de $2.534.000 mensuales para sostener un nivel de vida básico en Ushuaia.
En el Gran Buenos Aires, ese mismo hogar requiere $1.750.000, es decir, casi $800.000 menos.
Vivir en Tierra del Fuego, entonces, es un 40% más caro que en buena parte del país.
Y eso, sin contar gastos de salud, educación o transporte, que también tienen un diferencial por la distancia y las condiciones climáticas.
El aumento del costo de vida golpea especialmente a los trabajadores del sector privado y estatal, cuyos salarios no crecen al mismo ritmo.
En algunos casos, el alquiler consume más del 50% del ingreso mensual, generando una tensión que obliga a muchas familias a revisar hábitos de consumo, compartir vivienda o directamente emigrar.
Tierra del Fuego sigue siendo una provincia con calidad de vida alta, entornos naturales únicos y un fuerte espíritu de comunidad.
Pero la distancia, el clima y la falta de políticas habitacionales efectivas la transformaron en una de las regiones más costosas de Argentina.