

El anuncio de OpenAI junto a la firma Sur Energy sacudió el panorama tecnológico argentino: la compañía invertirá hasta USD 25.000 millones para levantar en la Patagonia un mega centro de datos que funcionará como uno de los más grandes de América Latina y será clave para el desarrollo de inteligencia artificial en la región.
El proyecto, bautizado “Stargate Argentina”, prevé la instalación de infraestructura de última generación capaz de procesar cantidades masivas de información en tiempo real. La energía requerida para semejante escala será provista por Central Puerto y Genneia, empresas líderes en el sector energético que ya firmaron memorandos de entendimiento con los desarrolladores.
“Este hito va más allá de la infraestructura. Se trata de poner la inteligencia artificial en manos de la gente de toda la Argentina”, expresó Sam Altman, CEO de OpenAI, al anunciar la inversión.
Según trascendió en medios nacionales, la empresa evaluó cinco locaciones posibles en la Patagonia, entre ellas Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Tierra del Fuego.
Sin embargo, dos factores técnicos resultaron determinantes para definir la selección:
Disponibilidad de energía sustentable y estable.
El proyecto exige una matriz energética limpia, capaz de sostener un consumo constante de altísima demanda sin recurrir a combustibles fósiles. Neuquén, con su red hidroeléctrica (Piedra del Águila) y parques eólicos de Genneia, logró cumplir ese requisito, mientras que Tierra del Fuego todavía depende en gran medida de generación térmica local y carece de una conexión robusta al sistema interconectado nacional.
Acceso directo a la fibra óptica continental.
El funcionamiento de un data center de este tipo requiere conectividad de alta velocidad, estable y redundante, con enlaces directos hacia los grandes nodos internacionales de internet.
Tierra del Fuego, por su condición insular y su actual dependencia del tendido submarino que la conecta con Santa Cruz, no puede garantizar la estabilidad y capacidad de transmisión necesarias para una instalación de esa magnitud.
Si bien en los últimos años Tierra del Fuego viene impulsando políticas vinculadas al desarrollo tecnológico y la diversificación productiva, este episodio expone los desafíos estructurales que aún enfrenta la provincia para competir por inversiones estratégicas globales.
La falta de un sistema energético integrado y renovable, junto a la limitada conectividad digital, son obstáculos que condicionan el desembarco de grandes proyectos tecnológicos.
En contraste, Neuquén aparece como la gran candidata a albergar el mega data center, apoyada en su infraestructura energética, su acceso a recursos hídricos y su conectividad terrestre y digital consolidada.
El megaproyecto de OpenAI y Sur Energy no sólo tendrá impacto económico, sino que podría reposicionar a la Patagonia argentina como polo tecnológico mundial. Se estima que su construcción demandará miles de empleos directos e indirectos, además de inversiones asociadas en servicios, transporte, energía y telecomunicaciones.
Para Tierra del Fuego, el caso deja una lección estratégica: sin energía verde ni conectividad garantizada, no hay futuro tecnológico posible.