

A menos de dos semanas de las elecciones legislativas, Javier Milei se sube al ring político con dos actos de cierre de campaña: uno en el conurbano bonaerense y otro en el interior del país. Será una doble jugada con la que La Libertad Avanza (LLA) intenta recuperar la iniciativa, en medio de encuestas que marcan retrocesos y una oposición que le disputa la calle y la narrativa.
El primer cierre se realizaría el martes 22 de octubre en Ezeiza, corazón del peronismo bonaerense, y el segundo el miércoles 23, probablemente en Córdoba o Rosario. Ambos escenarios buscan un mismo objetivo: reavivar el fuego libertario en territorios donde la ola violeta se está enfriando.
Fuentes del oficialismo reconocen que Milei decidió ponerse al frente del tramo final de la campaña, ante el desánimo que dejaron los resultados de septiembre. La estrategia: convertir los cierres en grandes puestas en escena, más emocionales que programáticas, centradas en la figura presidencial.
“El Presidente va a estar en el centro del escenario. La gente lo quiere ver, lo quiere escuchar, y eso moviliza”, señaló un armador libertario, que se esfuerza por mantener el optimismo.
En los hechos, la campaña carece de propuestas claras, algo que también se repite en muchos distritos del país. Los eslóganes —“la casta tiene miedo”, “viva la libertad”— siguen siendo el corazón del mensaje, aunque el desgaste comienza a notarse incluso entre simpatizantes.
La elección de Ezeiza no es casual. En la Tercera Sección Electoral, el peronismo obtuvo el 53,9 % de los votos, frente al 28,5 % de LLA. El desafío libertario es recortar esa brecha de casi 14 puntos, en una zona que Axel Kicillof y su fuerza política dominan con comodidad.
“Vamos a achicar la diferencia a menos de diez puntos”, aseguraron fuentes del espacio a la agencia Noticias Argentinas, aunque el optimismo contrasta con el escepticismo que predomina entre analistas y encuestadores.
El Presidente también planea visitar Tres de Febrero, donde LLA obtuvo un modesto 37 % frente al 47 % de Fuerza Patria. Allí, estará acompañado por Diego Santilli, quien reemplazó al renunciante José Luis Espert al frente de la lista bonaerense. La foto con Santilli busca enviar un mensaje de cohesión tras semanas de tensiones internas, pero también marca el acercamiento definitivo entre sectores del PRO y el oficialismo libertario.
El segundo acto de cierre podría realizarse en Córdoba o Rosario, dos plazas complejas para Milei.
En Córdoba, la presencia de Juan Schiaretti (Provincias Unidas) y Natalia de la Sota (Defendamos Córdoba) complica el panorama libertario. En Santa Fe, el oficialismo nacional espera un “empate técnico” con la lista encabezada por Caren Tepp y Agustín Rossi, mientras Provincias Unidas, alineada al gobernador Maximiliano Pullaro, mantiene un electorado firme.
Ambas provincias representan territorios donde Milei no logra consolidar su liderazgo, pero donde apuesta a una movida final de alto impacto mediático.
El despliegue de dos cierres simultáneos busca mostrar fuerza y presencia federal, pero también expone una realidad: La Libertad Avanza no logra recuperar el eje del discurso. Las semanas previas a la elección estuvieron marcadas por gestos, polémicas y shows de fidelidad, más que por la presentación de proyectos o ideas concretas.
En un contexto de recesión económica, conflicto con los gobernadores y creciente malestar social, el oficialismo parece apostar a la épica de los actos antes que al debate sobre lo que viene.