

El dato surge del Índice de Concientización de Cáncer de Mama, una herramienta elaborada por la Fundación Instituto Natura y Avon, en el marco de la campaña Octubre Rosa. El estudio relevó a más de mil mujeres mayores de 18 años en todo el país y dejó al descubierto una preocupante brecha entre la presencia cotidiana del cáncer de mama en la vida de las argentinas y la falta de información precisa para prevenirlo o detectarlo a tiempo.
El informe revela que, aunque el 70% de las mujeres encuestadas conoce a alguien con cáncer y el 45% lo asocia directamente al cáncer de mama, el conocimiento real sobre detección, prevención y derechos sigue siendo bajo.
Apenas 4 de cada 10 mujeres demostraron un conocimiento “alto” o “muy alto” sobre exámenes, síntomas y cobertura médica. Más grave aún: solo 2 de cada 10 saben cuál es la edad recomendada para comenzar a realizarse mamografías sin antecedentes familiares o síntomas.
Y aunque 6 de cada 10 mujeres reconocen la mamografía como la principal herramienta de detección, más de la mitad desconoce que puede hacerse antes si hay indicación médica. Este desconocimiento puede retrasar diagnósticos clave y, en muchos casos, marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y una enfermedad avanzada.
Otro dato que preocupa: 6 de cada 10 mujeres todavía creen que el nódulo es el principal signo del cáncer de mama, cuando en realidad la enfermedad puede desarrollarse sin síntomas visibles en sus etapas iniciales.
Esta creencia, afirman los especialistas, lleva a postergar los controles, porque muchas mujeres esperan “sentir algo” antes de consultar.
El estudio muestra además que el acceso al cuidado está atravesado por la desigualdad. Las mujeres con mayor nivel educativo o económico son quienes logran incorporar hábitos saludables y realizar controles periódicos.
En cambio, 4 de cada 10 mujeres de sectores más vulnerables reconocen no adoptar prácticas preventivas, ya sea por falta de información, tiempo o acceso a servicios de salud.
El cáncer de mama no se puede evitar, pero sí se puede detectar a tiempo. Los especialistas insisten: una mamografía anual a partir de los 40 años —o antes, según antecedentes familiares— puede salvar vidas.
Sin embargo, mientras los mitos sigan reemplazando a la información, la prevención seguirá siendo un privilegio y no un derecho garantizado.
Octubre Rosa recuerda cada año la importancia de hablar, preguntar, compartir y actuar.