

El encuentro, que se dio en plena recta final de la campaña electoral, tuvo más aroma a política que a celebración. Con su habitual tono cercano, Melella apeló a la nostalgia al recordar “los orígenes de esta relación” cuando, siendo secretario de Producción en el Municipio, intervino en el conflicto de 2006 que derivó en la regularización de licencias. “Ahí comenzó esta relación linda con Taxi y Remises”, dijo entre aplausos y fotos.
Ya en clave de campaña, el mandatario no evitó hablar de la coyuntura. “Vivimos un momento muy complicado y ustedes lo saben bien. Cuando hay menos empleo, pierde el almacenero, el quiosquero, el taxista, el remisero”, afirmó, para luego pedir apoyo explícito a sus candidatos: “Hoy lo que discutimos no son intendentes o gobernadores, sino la representación en el Congreso. Necesitamos no perder un senador”.
Melella aprovechó además para pedir a los trabajadores del volante que “ayuden a transmitir el mensaje” y “pongan un freno a este gobierno” nacional que, según dijo, recorta fondos a las provincias y pone en riesgo la salud, la educación y la obra pública.
El asado terminó con abrazos, selfies y un mensaje final del gobernador: “Feliz día para todos y todas. Ojalá mejore el trabajo para todos, eso es lo más importante”.