El conflicto entre el Sindicato Único de Trabajadores de Control, Admisión y Permanencia (SUTCAPRA) y la empresa Securion —encargada del servicio de seguridad en las sucursales de Carrefour y La Anónima— escaló tras el fracaso de las audiencias en el Ministerio de Trabajo. El delegado regional del gremio, Matías Garro, reveló que la compañía “faltó a la primera citación, ofreció una suma irrisoria en la segunda y, al mismo tiempo, tomó personal eventual para reemplazar a los despedidos”.
“Hicimos todas las denuncias correspondientes ante el Ministerio de Trabajo y Empleo de la Provincia. La empresa no se presentó en la primera audiencia y cuando finalmente lo hizo, propuso un arreglo económico muy por debajo de lo que corresponde”, explicó Garro en diálogo con La Mañana del Pueblo. “Mientras tanto, contrataron personal nuevo para ocupar los mismos puestos, lo que demuestra que los despidos fueron armados”, afirmó.
Los trabajadores cesanteados —con 13 y 18 años de antigüedad— fueron despedidos en septiembre mediante el artículo 242 de la Ley de Contrato de Trabajo, que implica “falta grave” y permite a la empresa evitar el pago de indemnización. “La patronal inventó causas falsas para justificar despidos sin pagar un peso. Nunca hubo sanciones ni antecedentes. Son compañeros con legajos impecables y muchos años de servicio”, denunció el gremialista.
Garro aseguró que el sindicato acompañó a los afectados con asesoramiento legal y que el conflicto ya agotó las instancias conciliatorias. “El Ministerio de Trabajo intervino y cumplió con su rol de convocar a las partes, pero la empresa mantuvo su postura intransigente. No ofreció una solución seria ni reconoció las irregularidades”, indicó.
Ante la falta de respuestas, SUTCAPRA resolvió decretar un paro de actividades que será formalmente notificado en los próximos días. “Ya definimos la medida gremial. No descartamos nuevas acciones si esto no se resuelve, porque los compañeros fueron echados como perros, por WhatsApp, y eso no se puede tolerar”, advirtió.
El dirigente también apuntó contra las empresas contratantes: “Carrefour y La Anónima son terceros solidarios. Les enviamos una nota formal porque tienen que hacerse responsables de con quiénes trabajan. No pueden mirar para otro lado mientras una contratista viola derechos laborales”.
Garro cerró con un mensaje claro: “Nuestros compañeros se sienten ensuciados. Lo que pedimos es simple: respeto, justicia laboral y que se cumpla la ley”.