

La crisis del sistema de salud en Tierra del Fuego se profundiza. A menos de una semana de la renuncia colectiva de los jefes de departamento del Hospital Regional Ushuaia, nuevos profesionales presentaron sus dimisiones, sumándose a una ola inédita que deja al principal centro sanitario de la provincia al borde del colapso operativo.
El médico Roberto Moreyra, exjefe del área Materno Infantil, confirmó en diálogo con FM Monumental que este lunes se formalizaron nuevas renuncias. “Lo que pasó la semana pasada fue un cúmulo de cosas que nos llevaron a tomar esa decisión. Hay muchos jefes de departamento que van más allá de lo salarial. Es una problemática que atraviesa todo el sistema sanitario”, explicó.
El profesional describió un escenario de desgaste estructural y falta de herramientas para sostener la atención a la comunidad. “Venimos con un desgaste crónico desde la pandemia y hoy nos encontramos con pocas herramientas para brindar un derecho básico: acceder a un sistema sanitario de calidad”, señaló.
Moreyra advirtió sobre la falta de insumos esenciales y condiciones mínimas de trabajo: “A veces quieren ir a operar y no hay equipos de esterilización porque se rompió una autoclave. En la guardia no hay ropa de cama porque se rompió un lavarropas. Los medicamentos están en falta porque se corta la cadena de pagos, y en laboratorio no hay reactivos para hacer estudios básicos”.
El médico también lamentó la ausencia total de sindicatos y referentes políticos: “No hubo participación sindical ni acompañamiento de ninguna fuerza política. Ningún legislador del oficialismo ni de la oposición se acercó al hospital. Nadie camina los pasillos para ver lo que pasa”, afirmó.
En cuanto a su decisión personal, Moreyra confirmó que su renuncia es indeclinable: “Por lo menos bajo la actual dirección, no me interesa seguir en un cargo jerárquico. Llevo diez años en funciones de conducción y seis con esta gestión. Lo que no se logró en seis años, no se va a lograr en tres meses”, dijo.
Pese al contexto de crisis, el médico subrayó que los profesionales continuarán atendiendo a los pacientes: “Seguiremos trabajando de manera asistencial, porque nuestro compromiso es con la gente. Pero esto fue una forma de canalizar un desgaste colectivo que ya no se podía sostener”.
Con estas nuevas dimisiones, el Hospital Regional Ushuaia queda con la mayoría de sus servicios sin conducción médica efectiva. Mientras tanto, el Ministerio de Salud no emitió ninguna respuesta pública, y crece la preocupación entre trabajadores y pacientes ante el deterioro acelerado del sistema sanitario provincial.