

Randón señaló que en esta época del año, con el viento, las flores y el uso intensivo de calefacción, se producen exacerbaciones que agravan los síntomas. “Vivimos en una ciudad donde la mayoría de las actividades se hacen en lugares cerrados y con poca ventilación. Los pacientes alérgicos realmente padecen a lo largo del año”, explicó en FM Del Pueblo.
El médico alertó sobre la automedicación y el uso indiscriminado de antihistamínicos sin control profesional. “El paciente apaga el síntoma, pero la patología sigue activa. Es como tapar el sol con las manos”, graficó. En este sentido, subrayó que la alergia debe ser tratada como una enfermedad inflamatoria crónica que requiere acompañamiento prolongado: “Hay que generar conciencia en el paciente de que está cursando una patología crónica, más allá de las crisis o los momentos agudos”.
Randón explicó que las consecuencias de una alergia mal tratada pueden ir desde la pérdida del olfato, alteraciones auditivas o del gusto, hasta cuadros graves como el edema de glotis. “Todos conocen algún caso de una reacción alérgica que terminó en un shock anafiláctico. Por eso es clave saber a qué somos alérgicos y tener tratamiento. Esa información puede salvar una vida”, remarcó.
Finalmente, el especialista llamó a evitar la automedicación y acudir a profesionales: “El alergólogo debe ser el médico de cabecera en estos casos. Los otorrinolaringólogos y otros especialistas acompañamos en los efectos específicos de cada área, pero el abordaje tiene que ser integral. No se trata solo de calmar los estornudos, sino de recuperar la calidad de vida”.