

USHUAIA.- La coqueluche, también denominada tos convulsa, ha reavivado la alarma sanitaria en la República Argentina tras la detección de un foco epidémico en Tierra del Fuego. La provincia fueguina registra actualmente la tasa de incidencia más elevada del país por esta patología respiratoria y altamente contagiosa.
Conforme a la información oficial que emana del Ministerio de Salud de la Nación, el territorio austral presenta una incidencia de 23,6 casos cada 100.000 habitantes. Este guarismo representa un valor que es prácticamente quince veces superior al notificado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
La ciudad de Ushuaia concentra el grueso del foco de contagios. Hacia mediados del mes de octubre, se habían reportado 171 notificaciones de casos sospechosos, de los cuales 66 recibieron confirmación. La estadística provincial revela que la mayoría de los cuadros afectan principalmente a la franja etaria escolar (entre 5 y 9 años) y a adultos mayores de 20 años. Es pertinente remarcar que, a nivel nacional, los bebés menores de un año persisten como el grupo de mayor vulnerabilidad.
En el plano federal, la coqueluche exhibe una afectación menor, pero presente, en jurisdicciones como Córdoba, Salta, Buenos Aires, Mendoza, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Santa Fe, entre otras. Los datos oficiales del corriente año 2025 señalan un incremento sostenido en el número de contagios respecto de 2024, habiéndose notificado más del doble de casos en comparación con el mismo período del ejercicio anterior.
Etiología y factores del repunte
La etiología de la coqueluche reside en la bacteria Bordetella pertussis, cuya transmisión ocurre a través de las microgotas expelidas al toser, hablar o estornudar. La patología se caracteriza por una tos persistente e incontrolable, que frecuentemente se acompaña de dificultad respiratoria. En lactantes, la enfermedad puede derivar en cuadros graves como neumonía, convulsiones o complicaciones severas, dado que su sistema inmunológico aún se encuentra en desarrollo.
Los especialistas advierten que el actual repunte de la enfermedad está directamente asociado, entre otras variables, al descenso en las coberturas de vacunación observado a lo largo y ancho del país desde un período previo a la pandemia de Covid-19, lo que ha redundado en una reducción de la inmunidad colectiva.
El esquema de inmunización obligatorio contra esta enfermedad consta de tres dosis durante el primer semestre de vida, un refuerzo entre los 15 y 18 meses, un segundo refuerzo al momento del ingreso escolar (5 años) y una dosis final a los 11 años. Adicionalmente, se prevé la inoculación de una dosis a las embarazadas a partir de la semana 20 de gestación, con el fin de proteger al neonato durante sus primeros meses de vida.
Ante la situación de brote en Tierra del Fuego, las autoridades sanitarias implementaron un plan de vacunación intensificado, acelerando la inmunización de lactantes a partir de las seis semanas de vida. Asimismo, se dispuso el refuerzo de la vacunación del personal de la salud y de los docentes del nivel inicial, especialmente para aquellos que no hubieran recibido un refuerzo en la última década.
Evolución histórica de la enfermedad
En términos históricos, los ejercicios con mayor volumen de casos confirmados de coqueluche en el país fueron 2019 y 2023. En el año 2019 se registraron 953 casos confirmados sobre un total que superó las 6.000 notificaciones. Por su parte, en 2023 se confirmaron 667 casos, concentrados principalmente en la provincia de Santa Fe, con más de 5.000 notificaciones totales.
No obstante, la distribución geográfica de los casos durante 2019 y 2023 fue menor que la observada en el presente año 2025. Cabe destacar que algunas provincias, incluyendo Formosa, San Luis, Catamarca, Chaco, Jujuy, Corrientes y Chubut, no reportaron casos confirmados durante los años históricamente críticos de 2019 y 2023.