

Simón tiene 8 años y una sonrisa que no se apaga, aun en medio de seis meses de quimioterapias, internaciones y días en terapia intensiva. Desde el 18 de julio permanece internado en el Hospital Garrahan, donde lucha contra una leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo. Su mamá, Florencia Pérez, relató entre lágrimas el recorrido del pequeño y la desesperación por una medicación que la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) debía entregar hace más de un mes.
“Esta medicación se pidió el 15 de septiembre y todavía no llegó al hospital. Cada día que pasa no es un día más, es un día menos para mi hijo”, advirtió Florencia. La droga es indispensable para preparar el cuerpo de Simón antes del trasplante de médula ósea que podría salvarle la vida. Por fortuna, su hermano es 100% compatible y está listo para donar.
La madre contó que OSEF demoró semanas en responder. “Intenté comunicarme con la presidenta, Mariana Hruby, pero no me respondía. Después supe que estaba de vacaciones”, relató. “Recién cuando empecé a llamar a todos, el viernes pasado se activó el trámite. Pero el medicamento sigue sin llegar”.
En diálogo radial en FM Master´s, Florencia agradeció la atención médica y humana del Garrahan: “Los médicos, enfermeros y todo el personal son ángeles. Gracias a ellos Simón sigue sonriendo, bailando y jugando”. Sin embargo, pidió sensibilidad y celeridad a las autoridades provinciales: “Si tengo que ir a buscar la medicación a La Matanza, lo hago. Pero la necesita ya”.
La historia de Simón conmovió a la comunidad fueguina, que en los primeros meses organizó rifas solidarias y cadenas de oración. Hoy su mamá reitera un pedido simple y urgente: que la obra social cumpla la ley y garantice el tratamiento.
“Nos costó mucho decidir seguir con una quimio tan fuerte, sabiendo que podía matarlo. Pero él nunca se rindió. Si Simón no baja los brazos, nosotros tampoco”, expresó Florencia con voz entrecortada.
Además del pedido inmediato a OSEF, la madre aprovechó el espacio para promover la donación de médula ósea: “Es un proceso simple, como donar sangre. Se puede hacer en el hospital regional de Río Grande o Ushuaia. Con ese gesto se puede salvar una vida como la de mi hijo”.
El caso de Simón refleja una vez más los desafíos que enfrentan las familias fueguinas cuando deben afrontar tratamientos oncológicos fuera de la provincia y dependen de la burocracia estatal para acceder a medicamentos vitales.