A menos de 48 horas de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el Gobierno nacional inició la ronda de diálogo con los gobernadores “dialoguistas” para discutir una agenda de reformas de orden fiscal y político. La convocatoria, encabezada por el presidente Javier Milei, excluye a los mandatarios identificados con el kirchnerismo, entre ellos Gustavo Melella, de Tierra del Fuego.
Según fuentes oficiales, el encuentro se realizará mañana en la Casa Rosada, y forma parte de la estrategia del Ejecutivo para consolidar acuerdos con las provincias que firmaron el Pacto de Mayo el año pasado en Tucumán. Desde el entorno presidencial confirmaron que el objetivo es avanzar en medidas de reestructuración fiscal y política, en línea con compromisos asumidos ante los organismos internacionales y el gobierno de los Estados Unidos.
Entre los primeros en recibir el llamado oficial figuran los aliados más cercanos a la Casa Rosada: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri.
También fueron invitados los mandatarios que integran el bloque Provincias Unidas, espacio que se posiciona como socio estratégico del oficialismo: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Ignacio Torres (Chubut).
La lista se completa con Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Claudio Poggi (San Luis), Hugo Passalacqua (Misiones) y Gustavo Sáenz (Salta). Entre los gobernadores peronistas, fueron incluidos Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Quedaron fuera de la convocatoria los mandatarios catalogados como “duros” o “kirchneristas”, entre ellos Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa)** y Gustavo Melella (Tierra del Fuego)**.
En el caso de Melella, su exclusión no sorprende pero sí genera cuestionamientos: mientras Tierra del Fuego enfrenta serias urgencias en materia energética, educativa, sanitaria y de obra pública, el gobernador mantiene una postura de confrontación casi caprichosa con la Nación, priorizando las tensiones políticas por sobre la posibilidad de gestionar soluciones concretas para los fueguinos.
El encuentro con los mandatarios “dialoguistas” busca abrir el camino hacia un acuerdo político y fiscal amplio, que incluiría reformas en materia de coparticipación, gasto público, y organización del Estado, además de los compromisos asumidos por la Nación ante Estados Unidos y el FMI.
Fuentes del oficialismo señalaron que el presidente Milei busca proyectar una imagen de gobernabilidad y consenso institucional tras los comicios legislativos, aunque la ausencia de varios gobernadores peronistas marca una nueva línea de fractura política en el mapa federal.