Antes de comenzar las exposiciones de las partes, el imputado —que no había declarado al inicio del debate— pidió hacerlo ante los jueces. En su testimonio, reconoció que no había dormido lo suficiente y que no recordaba el momento del impacto. Dijo no saber si se quedó dormido o si desvió la mirada del camino por un instante.

El hombre manifestó que “no existen palabras de disculpa” que puedan reparar las pérdidas humanas y explicó que no se acercó al otro vehículo después del choque porque se encontraba en estado de shock.

Luego declaró su pareja, quien viajaba con él y dos menores de edad en el mismo auto. Contó que regresaban desde Jujuy, que habían dormido dentro del vehículo en Las Grutas, y que tampoco lograron descansar bien durante el cruce en barcaza de regreso a la isla. Relató además que, al llegar a Río Grande, el imputado cargó combustible, tomó una bebida energizante y continuaron hacia Ushuaia, su destino final.

Durante su alegato, el abogado querellante Francisco Giménez consideró que el imputado fue el máximo responsable por infringir las normas de conducción. Sostuvo que las condiciones climáticas no influyeron en el accidente y que el acusado no mostró empatía ni solidaridad con las víctimas.

En ese marco, la querella solicitó una pena de 5 años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para conducir, por el delito de homicidio culposo agravado en concurso ideal con lesiones leves.

Por su parte, el Ministerio Público Fiscal, representado por el Dr. Ariel Pinno, también pidió una condena de 5 años por homicidio y lesiones culposas.

Finalmente, la defensa del imputado, a cargo del Dr. Néstor Ignacio Sánchez Otharán, solicitó una pena de 2 años de prisión en suspenso.

El veredicto se conocerá mañana, luego de que el imputado ejerza su derecho a pronunciar sus últimas palabras ante el Tribunal, previsto para las 10.