El médico pediatra Dr. Nicolás Senn detalló que la provincia de Tierra del Fuego enfrenta un brote de coqueluche, una enfermedad respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis. “Hubo un brote que inició en la ciudad de Ushuaia y ahora tenemos casos en la ciudad de Río Grande”, señaló. Según informó, ya son 9 los contagios confirmados en la última semana en esta ciudad.
La enfermedad se transmite por vía aérea, especialmente a través de la tos. “Es una infección que se caracteriza por su tos, por eso se le llama tos convulsa o tos ferrina. El mecanismo de contagio es por gotitas respiratorias”, explicó Senn.
El pediatra insistió en que la estrategia más efectiva es el aislamiento de personas sintomáticas durante 5 días y la administración de antibióticos específicos, como la azitromicina. “Todo paciente que consulta por tos debe ser hisopado para hacer PCR, que permite diagnosticar la infección bacteriana”, detalló.
Entre las recomendaciones centrales destacó:
Aislamiento obligatorio por 5 días a quienes presenten tos persistente.
Uso de antibióticos según indicación médica.
No enviar a los niños a la escuela si tienen síntomas respiratorios.
Consultar a una guardia en caso de dificultad para respirar o falta de aire.
Senn aclaró que no se trata de una enfermedad exclusiva de la población pediátrica. “Afecta transversalmente a toda la población, pero los recién nacidos son los más vulnerables, especialmente los menores de dos meses que aún no están vacunados”, dijo.
La coqueluche forma parte del Calendario Nacional de Vacunación, incluida en la vacuna quíntuple que se aplica a los 2, 4 y 6 meses, con refuerzos en el ingreso escolar y a los 11 años. En adultos, la protección llega con la doble bacteriana.
Aunque el pediatra no confirmó si hubo comunicación oficial con las escuelas desde el área de epidemiología, admitió que los establecimientos educativos han reportado un aumento de casos respiratorios. “Las escuelas están registrando consultas y ausencias vinculadas a cuadros de tos prolongada”, indicó.
El profesional insistió: “Si un niño está con cuadro respiratorio, lo ideal sería aislarlo y evitar el contagio comunitario”.
El brote en Río Grande refuerza la necesidad de mantener al día los esquemas de vacunación y seguir las recomendaciones médicas para cortar la cadena de transmisión de esta enfermedad, que puede ser grave, especialmente en bebés y personas no vacunadas.