miércoles 05 de noviembre de 2025 - Edición Nº2527

Generales | 4 nov 2025

REALIDAD PARALELA

Según Pablo López Silva, ya se dictó un 79% del total de clases

En medio de un reclamo judicial presentado por padres, que exigieron explicaciones por las constantes suspensiones, el titular de la cartera educativa provincial salió al cruce de las denuncias. El funcionario aseguró que la pérdida del ciclo lectivo “no afecta el aprendizaje” de los alumnos, pero su discurso generó fuerte indignación entre las comunidades educativas que denuncian un calendario escolar desmembrado.


RIO GRANDE.- El Ministro de Educación provincial, Pablo López Silva, brindó una respuesta sobre el amparo presentado por un grupo de padres que reclamaban por las reiteradas "desobligaciones" en las aulas y la falta de clases por constantes paros docentes. Ante esta solicitud, el funcionario afirmó que la cantidad de clases dictadas en lo que va del año no incide negativamente en el proceso de aprendizaje de los alumnos. Aseguró que ya se cumplió con el 79% de los días previstos en el calendario escolar.

La declaración del responsable de la cartera educativa llegó tras las múltiples quejas de familias que denunciaron la falta de clases, las suspensiones constantes, los paros gremiales y las jornadas institucionales continuas. No obstante, lejos de reconocer la gravedad de la situación, López Silva sostuvo que se están aplicando protocolos para garantizar que los contenidos sean abordados sin inconvenientes.

La afirmación encendió la furia de los padres, quienes sostienen que los estudiantes han perdido mucho más que un 21% del ciclo lectivo. “Parece un chiste”, expresaron indignados desde distintas comunidades educativas. Argumentaron que en algunas escuelas hubo más días sin clases que con clases, y que los chicos están cansados y atrasados en la asimilación de contenidos.

Según lo expuesto por López Silva, el Ministerio está aplicando una infinidad de medidas. Lo llamativo es que el sector desconoce su existencia y no se conoce comunicación oficial ni sobre la ejecución ni, mucho menos, sobre los resultados de las acciones que el ministro afirma estar realizando.

El funcionario mencionó medidas aplicadas por su cartera entre las que destacó la uniformación de criterios administrativos de registro de novedades docentes, eliminando el uso informal de la figura de “desobligación” y fortaleciendo los mecanismos de control y trazabilidad de la información. Además señaló que se puso en marcha la capacitación de equipos directivos y supervisores respecto del marco normativo aplicable y las estrategias de recuperación pedagógica. Otra de las medidas mencionadas se indicó que se impulsó la reorganización institucional y la reprogramación del calendario escolar, priorizando la compensación de días no dictados y la recuperación de los contenidos considerados prioritarios y no se olvidó de destacar la capacitación de equipos directivos y supervisores respecto del marco normativo aplicable y las estrategias de recuperación pedagógica. Finalmente señaló que desde el Ministerio de Educación se busca la articulación continua con las organizaciones gremiales a través de la Comisión Negociadora Docente, procurando compatibilizar el ejercicio de los derechos sindicales con la prestación regular del servicio educativo.

Para el titular de la Cartera Educativa provincial, estas acciones reflejan el compromiso institucional del Ministerio de Educación con la garantía del derecho a la educación y la continuidad pedagógica. Afirmó que actúan en concordancia con lo dispuesto por la Ley Nacional Nº 26.206, la Ley Provincial N.º 1018 y los principios de razonabilidad y legalidad administrativa.

La respuesta de López Silva choca frontalmente con la realidad que exhiben las escuelas de la provincia con aulas vacías, convertidas en una postal recurrente. Entre los paros del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF), las asambleas, las jornadas pedagógicas y las desobligaciones, el calendario escolar 2025 quedó desdibujado, mientras las autoridades insisten en minimizar el impacto real.

“Da la sensación de que el Ministerio de Educación y el SUTEF están de acuerdo en que los chicos no tengan clases”, cuestionaron los padres. Sostienen que uno no reclama, el otro no controla, y que el resultado de esa inacción lo terminan pagando las familias y los estudiantes.

A pesar de la retórica oficial, la coyuntura educativa fueguina es crítica. Se reportan escuelas con serios problemas edilicios, docentes agotados, y una generación de alumnos que avanza en el ciclo sin haber adquirido los contenidos académicos reales. Sin embargo, para López Silva, toda la situación se encuentra bajo control.

 

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