“Estamos cada vez más endeudados, más ajustados y con menos margen de maniobra. No sabemos hasta cuándo vamos a aguantar. Los comercios se están alargando, pero cada vez quedamos menos en pie”, advirtió en FM del Pueblo.
Schreiber alertó sobre una situación similar a la vivida en los años 90, en medio de ajustes, despidos industriales y el deterioro del poder de compra. “Ya lo vivimos, y lamentablemente se está repitiendo. La gente no da más y el comercio tampoco”, señaló.
En su local, explicó, el 95% de las ventas ya se realiza a través de tarjetas o billeteras virtuales, lo que implica “mayores comisiones y más plazos para cobrar”. Agregó que el uso de la tarjeta como herramienta para comprar alimentos “es una señal clara del nivel de deterioro económico”.
“Comprar comida en tres cuotas sin interés es una herramienta útil, pero desesperante. La gente come hoy y paga en tres meses. Si no puede pagar, la tarjeta la castiga con intereses usurarios”, sostuvo.
Schreiber también destacó el impacto del freno a la obra pública y el cierre de empresas constructoras: “El registro de constructoras cayó casi 5%. Donde no hay obra, hay despidos. Y donde hay despidos, hay menos consumo. Es una cadena que termina golpeando al comercio”.
Sobre la decisión de algunos municipios de reducir o flexibilizar impuestos para sostener al comercio, fue claro:
“Bajar impuestos no sirve si la economía no se mueve. Cuando hay trabajo y se genera riqueza, todo fluye. Pero hoy lo que falta es empleo real. Sin movimiento económico, no hay alivio fiscal que alcance”.
Schreiber concluyó que el sector comercial está “en una agonía extendida, sin horizonte de mejora” y reclamó medidas urgentes que reactiven el trabajo y la inversión local.