“El boliche estaba funcionando con unas 60 personas adentro. Si no actuábamos rápido, hoy estaríamos hablando de una tragedia”, relató Olivari, quien sufrió quemaduras en brazos y rostro al intentar cerrar la llave de gas y evitar que las llamas se expandieran. Según su relato, el agresor había estado merodeando el local tras ser retirado por el personal de seguridad por comportarse de manera agresiva.
Tras revisar las cámaras de seguridad, Olivari pudo identificar al autor del ataque, un hombre conocido por su apodo y reconocido en el ambiente nocturno. “Yo mismo amplié la denuncia cuando supe quién era. Entregué todas las pruebas, las cámaras, los testimonios... y hoy sigue libre”, denunció, visiblemente molesto.
A pesar de la gravedad del hecho, el comerciante asegura que no hubo avances significativos en la causa ni detenciones. “Fui varias veces al Juzgado de Instrucción Nº 2. Me dijeron que esperaban trabajo de la Policía, pero la Policía ya hizo todo. Yo mismo estuve dos días sin dormir golpeando puertas, pidiendo cámaras, haciendo denuncias”, explicó.
Olivari también expresó su preocupación por la falta de respuesta judicial: “Este hombre puede volver a hacer lo mismo en cualquier lugar. Los nichos de gas están desprotegidos en toda la ciudad. ¿Qué van a esperar? ¿Que haya víctimas?”.
El local tuvo que cerrar durante varios días, con pérdidas económicas y daños estructurales en el sector afectado. El dueño todavía se recupera de las quemaduras y lamenta haber tenido que afrontar la situación prácticamente solo: “Puse todo de mi parte: pruebas, denuncias, cámaras. Ahora espero que la Justicia haga lo suyo. No es solo por mí, es por todos los comerciantes y vecinos”.
El caso está en manos del Juzgado de turno, mientras Olivari insiste en que el ataque no puede quedar impune. “Estoy cansado, dolido y sigo esperando una respuesta. No puede ser que un tipo que casi provoca una tragedia esté caminando tranquilo por la calle”, finalizó.