Mestre explicó en FM del Pueblo, que la recuperación del bosque fueguino se realiza tras un diagnóstico detallado del terreno, donde se identificaron sectores con escasa posibilidad de regenerarse de manera natural. “Hay lugares que quedaron extremadamente degradados, sin árboles semilleros, y que no pueden recuperarse por sí solos. Allí es donde concentramos los esfuerzos”, indicó.
El proyecto se desarrolla en el marco de las compensaciones ambientales del Proyecto Fénix, e incluye además la mejora del Centro de Orientación al Visitante Atukuyac, con nueva infraestructura, instalación de paneles solares y acondicionamiento del camino de acceso a la zona afectada. “Todo esto facilita la estadía y el traslado del personal y de los materiales hacia el área quemada”, detalló.
Mestre recordó que el incendio del Corazón de la Isla fue el de mayor magnitud en la historia de la provincia, con más de 8.000 hectáreas afectadas durante casi cinco meses. Advirtió que la pérdida del bosque no solo tiene impacto ambiental, sino también ecológico: “Donde antes había bosque, ahora puede haber un prado o un pastizal que no cumple el mismo rol en el ecosistema”.
La bióloga también señaló la presencia creciente de especies exóticas invasoras, como el cardo y el diente de león, que ocupan el suelo tras los incendios y dificultan el rebrote natural. “Estas plantas encuentran condiciones propicias en los suelos degradados, y eso impide que las semillas nativas prosperen”, explicó.
Finalmente, llamó a la conciencia colectiva sobre el cuidado ambiental:
“Vivimos en un lugar increíble, con muchas áreas casi prístinas. Si no cuidamos lo que tenemos, nadie lo va a hacer por nosotros. No vamos a ver el bosque que perdimos, pero podemos ayudar a que renazca”.