Con un tono medido y un mensaje claro, Diego Santilli juró este martes como nuevo ministro del Interior de la Nación, en un acto realizado en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde estuvo acompañado por familiares, dirigentes del PRO y parte del gabinete nacional. La presencia del Presidente Javier Milei marcó el inicio de una nueva etapa del gobierno libertario, enfocada en consolidar poder político y acelerar las reformas estructurales que el Ejecutivo busca aprobar en el Congreso.
“Vengo a trabajar para obtener las reformas que busca el Presidente, las reformas que el país necesita”, aseguró Santilli ante la prensa, ratificando que su gestión estará centrada en construir los consensos necesarios con los mandatarios provinciales. El ex diputado del PRO, identificado con el ala moderada del espacio que supo liderar Mauricio Macri, llega al cargo con un perfil dialoguista y la misión de actuar como puente entre la Nación y las provincias.
De hecho, el funcionario ya tiene en agenda una gira federal que comenzará este miércoles en Entre Ríos, donde se reunirá con el gobernador Rogelio Frigerio, y continuará luego en Salta, con Gustavo Sáenz. El objetivo: recomponer el vínculo con los gobernadores aliados y avanzar en el consenso político que Milei necesita para aprobar las reformas laboral, tributaria y del Código Penal.
La gira incluirá encuentros con al menos 10 mandatarios que firmaron el Pacto de Mayo, con quienes el Gobierno buscará definir una hoja de ruta común para la “segunda mitad” del mandato libertario. En este contexto, Santilli se convierte en una pieza clave para el rediseño del mapa político nacional, donde el diálogo con las provincias será tan importante como la negociación con el Congreso.
En declaraciones tras su asunción, Santilli buscó desactivar cualquier controversia sobre la reorganización del Renaper (Registro Nacional de las Personas), cuya transferencia al Ministerio de Seguridad fue frenada en los últimos días. “No estoy acá por los cargos, vine a cumplir la tarea que me encomendó el Presidente”, sentenció.
Con esta designación, Milei apuesta a un perfil con experiencia política y territorial, capaz de moverse entre el pragmatismo del PRO y la impronta libertaria. El desafío de Santilli será grande: lograr que el diálogo se traduzca en resultados, en un momento en que el Gobierno busca sostener la gobernabilidad y dar señales de estabilidad a un país que sigue en tensión entre los ajustes económicos y la promesa de reformas profundas.