jueves 20 de noviembre de 2025 - Edición Nº2542

Generales | 20 nov 2025

Comercio cuestiona el freno legislativo:

Iglesias advierte que “la realidad le está ganando a la política”

17:41 |“Es insólito que no sesionen. El ciudadano no sabe de qué se trata, no encuentra información, y mientras tanto todo se atrasa: el puerto, las obras, las soluciones. La clase política debería encabezar este reclamo, no esperar a que lo diga un comerciante”, reclamó el titular de la Cámara de Comercio de Río Grande ante la suspensión de la sesión legislativa.


Por: Ramón Taborda Strusiat

Río Grande.- Por ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz, el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Río Grande, José Luís ‘Gigi’ Iglesias, criticó con dureza la suspensión de la sesión legislativa y alertó sobre la falta de respuestas frente a la crisis económica que atraviesan comerciantes, PyMEs y familias fueguinas. “Mientras se pelean entre ellos, al ciudadano común lo está matando la realidad”, afirmó.

Para Iglesias, el parate legislativo es la síntesis de un deterioro institucional más profundo: una política encerrada en discusiones internas mientras la economía real se desmorona y las familias fueguinas acumulan deudas, incertidumbre y bronca. El dirigente comercial advirtió que “la realidad le está ganando a la política” y que la falta de sesión no es solo un episodio administrativo, sino un reflejo de un sistema que dejó de dar respuestas: proyectos frenados, obras demoradas, servicios sin previsión y un sector privado que siente que trabaja solo, sin Estado y sin rumbo. Con críticas severas al funcionamiento de la Legislatura, a la ausencia de conducción y a un modelo de gestión que —según dijo— prioriza peleas internas, gastos superfluos y empleo público improductivo por encima de las urgencias sociales, Iglesias reclamó que la dirigencia recupere la responsabilidad básica de gobernar. “No se puede esperar a que reclame un comerciante lo que deberían estar reclamando ellos”, lanzó, exigiendo que la política salga del letargo y atienda lo esencial: ordenar las cuentas, garantizar servicios y construir reglas claras para producir y trabajar antes de que la crisis termine de golpear a una sociedad que ya no tiene margen para seguir esperando.

Un reclamo que nace del hartazgo del sector privado

Iglesias se mostró sorprendido y molesto por la decisión de los legisladores de no sesionar, sobre todo cuando en agenda había proyectos vinculados al sostenimiento económico del sector comercial y a iniciativas trabajadas junto a la legisladora Natalia Gracianía, la Cámara de Comercio de Ushuaia, CAFUFAMA y la Cámara Metalmecánica.

“Pensamos que, al menos, iban a aprobar algo”, lamentó, y recordó que desde octubre del año pasado vienen planteando propuestas para aliviar el impacto financiero del comercio y los consumidores. “En mayo volvimos a pedir ayuda para que la gente pueda reconstituir su pasivo. Las tasas estaban por las nubes, y sabíamos que se venían problemas para el ciudadano, el emprendedor y el comerciante”, explicó.

“La política gira sobre sí misma y deja afuera al ciudadano”

Uno de los ejes más duros del análisis de Iglesias fue el comportamiento de la dirigencia política provincial. “No creo que sea mala voluntad, pero los tiempos de la política hacen estas cosas: se dan vueltas sobre sí mismos”, dijo. Reformas constitucionales, internas partidarias, discusiones internas y prioridades burocráticas fueron parte de la crítica.

“Mientras ellos debaten entre si votan a este o a aquel, el sector privado está afuera”, indicó. Y remarcó una diferencia estructural: “Los funcionarios públicos dependen de que la provincia esté bien para cobrar su sueldo. Nosotros, del sector privado, dependemos de que haya actividad real. Si la economía se frena, se nos cae todo”.

Preocupación por la falta de rumbo y por la calidad institucional

Iglesias fue más allá del enojo coyuntural y apuntó a un problema de fondo: la falta de conducción política. “Parece que no quisieran trabajar para la provincia. No se hacen cargo de nada. No hay mea culpa, siempre buscan culpables”, protestó.

Criticó que en noviembre algunos legisladores aseguraran no haber podido estudiar los proyectos. “O no estudian, o los maestros son malos”, ironizó, poniendo en duda la capacidad técnica del cuerpo y señalando que la inacción “crea desesperanza”.

Servicios, energía y obras: “No puede ser que una ciudad espere para tener luz”

El referente de la CCIP también expresó inquietud por la situación energética de la provincia y la falta de planificación. “Hace dos años hablamos de esto. Se dijo que había que resolverlo, pero el déficit se disimula, se pasa al ejercicio siguiente, y así vamos”, alertó.

Cuestionó además la priorización del gasto público: “¿Por qué no arreglar una calle en vez de hacer mega fiestas? Cualquier familia ajusta cuando le va mal. El Estado debería hacer lo mismo”.

Crítica a la competencia desleal y al empleo público sin control

Otro punto sensible para el comercio es la proliferación de ferias y actividades informales. Iglesias fue directo: “El Estado fomenta ferias de gente que no aporta un centavo. Nos generan competencia desleal”.

Pero también disparó contra el empleo público improductivo: “Es más entendible alguien que vende ilegal que alguien que cobra sin trabajar y nadie lo ve. Y encima, muchos son parientes. Si le tenés confianza, pagalo vos; no lo paguemos entre todos”.

“No somos mejores que los anteriores si no solucionamos nada”

Iglesias también se puso bajo la lupa: “Yo no soy mejor que los presidentes anteriores si no logro que quienes deben dar respuestas las den. Si no cambian las cosas, no sirvo como dirigente”.

Recordó que la CCIP impulsó una moratoria, pedidos de refinanciación de deudas y propuestas concretas para aliviar el uso de la tarjeta Fueguina, clave para alimentación de miles de familias. “No adecuar las normas a la realidad de la gente es parte del problema”, afirmó.

Un llamado final a la responsabilidad política

Hacia el cierre, el dirigente expresó un mensaje que sintetiza el clima social: “La realidad no tiene remedio con discursos. Hay que hacer. No prometer”. Consideró que la política debe asumir errores, pedir disculpas y encarar objetivos mínimos: garantizar servicios, ordenar las cuentas y generar condiciones para producir y trabajar.

“Es insólito que no sesionen. El ciudadano no sabe de qué se trata, no encuentra información, y mientras tanto todo se atrasa: el puerto, las obras, las soluciones. La clase política debería encabezar este reclamo, no esperar a que lo diga un comerciante”, concluyó.

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