En comunicación con FM Provincia, Bogado destacó que el 80% de los recursos municipales dependen de fondos coparticipables y aseguró que esa situación obliga a una planificación “más restrictiva”. “Un presupuesto es una previsión. Pero cuando no sabemos con precisión qué va a ingresar, el intendente tiene que readecuar permanentemente las líneas de acción”, explicó.
El edil insistió en que el planteo central del Ejecutivo es garantizar los servicios esenciales y sostener la infraestructura existente. “Algunos sectores usan esta situación para instalar chicanas o malestar social, diciendo que hay intención de recortar obras. Eso es falso. Lo que se hace es priorizar salud, deporte, asistencia social y mantenimiento, porque los recursos no alcanzan para todo”, advirtió.
El concejal cuestionó nuevamente la distribución de fondos del Gobierno provincial y recordó que Río Grande no recibió transferencias extraordinarias como las otorgadas a Ushuaia. “No es contra los vecinos de Ushuaia, es un dato de la realidad. Más de cuatro mil millones se invirtieron allí y en Río Grande no sucedió lo mismo”, afirmó.
También reiteró el reclamo por obras provinciales paralizadas, como la planta de tratamientos cloacales y la planta elevadora de Margen Sur, que generan “trastornos serios” en los barrios afectados. “A esta altura, pedimos que al menos terminen lo que iniciaron”, sostuvo.
Además, señaló que el Municipio continúa cubriendo prestaciones de salud utilizadas por afiliados de OSEF sin recupero económico. “El 24% de las atenciones municipales corresponden a afiliados de OSEF, y jamás se pudo concretar un convenio. Ese costo lo absorben los vecinos de Río Grande”, dijo.
Bogado resaltó que el crecimiento de la demanda en salud, deportes, niñez, neurodesarrollo y consumos problemáticos complejiza aún más el escenario. “El Municipio sostiene 15 dispositivos de salud, laboratorios, especialidades, casas de acompañamiento y centros de neurodesarrollo. Eso no es obligatorio: es una decisión política. Un gobierno libertario, por ejemplo, sacaría esos servicios porque los considera un gasto”, planteó.
El concejal también advirtió que la caída nacional de la industria electrónica y la paralización de proyectos de diversificación productiva afectan directamente a la ciudad. “Cuando queremos ampliar la matriz productiva, aparecen trabas o se direccionan fondos hacia otros lugares. Río Grande queda en un claro desequilibrio”, denunció.
El edil sostuvo que, pese al contexto, el Ejecutivo presentó “un presupuesto equilibrado y responsable”, que prioriza mantenimiento, culminación de obras avanzadas y servicios esenciales. Dijo que puede haber ajustes menores entre partidas, pero no grandes modificaciones.
Sobre los plazos, indicó que aún no hay fecha de sesión, aunque el objetivo es aprobarlo antes del cierre del periodo ordinario. “Es un presupuesto casi mágico, porque prevé ingresos sin tener certezas. Ojalá la coparticipación llegue como está proyectado”, expresó.
Respecto al futuro edificio del Concejo Deliberante, Bogado aclaró que no hay definiciones sobre el uso de la partida existente. “Construir hoy es muy costoso. Muchas veces, alquilar termina siendo más conveniente que edificar. Pero es un análisis que deberá evaluarse”, concluyó.