Los imputados —Luis Simón Bechis, Daniel Oscar Vidal y Lucas Méndez Stiglich— quedaron en la mira por dos maniobras que, según la justicia, revelan un manejo “absolutamente discrecional” del patrimonio gremial. Bechis y Vidal fueron procesados como coautores, mientras que Méndez Stiglich como partícipe necesario.
El expediente describe un sistema paralelo de préstamos clandestinos, otorgados por fuera de toda normativa, sin control y en abierta violación a las reglas del propio sindicato y a las regulaciones del Banco Central, que prohíben a las asociaciones sindicales actuar como entidades financieras. Los intereses —según el fallo— se fijaban “a gusto” de los imputados y podían variar según la relación personal con el solicitante, un esquema que la resolución califica como arbitrario y ajeno a cualquier transparencia.
El otro eje de la causa es el uso comercial de departamentos del gremio, alquilados a turistas mediante Booking.com. Los inmuebles ubicados en Las Margaritas y Hol Hol se habrían explotado con fines de lucro, sin autorización y desviando bienes que, por estatuto, debían destinarse exclusivamente a fines sindicales.
Para el juzgado, la excusa del supuesto “fondo provincial” no resiste análisis: el estatuto de la UEJN no contempla ninguna autonomía financiera de ese tipo y, en consecuencia, el fraude afectó directamente un patrimonio compuesto por aportes de empleados judiciales. Es decir: dinero público.
Como consecuencia, el juez ordenó embargos millonarios: A Luis Simón Bechis: $70.000.000; Daniel Oscar Vidal: $60.000.000 y Lucas Méndez Stiglich: $50.000.000. Según se entiende, el fallo dejó al descubierto un manejo interno que operaba en la clandestinidad.