La jueza Ana María D’Alessio, titular del Tribunal Oral Federal de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, participó del ciclo de videoconferencias de la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En su exposición abordó “la explotación de la vulnerabilidad por razones de género en el marco de los delitos vinculados al narcotráfico”, el 26 de noviembre pasado.

La especialista en Derecho Penal por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con posgrados en Administración de Justicia (ISEJUS) y Ejecución Penal (USI), sostuvo que “las mujeres son utilizadas como engranajes menores en la cadena del narcotráfico”. Explicó que las desigualdades de género generan condiciones de vulnerabilidad que son aprovechadas por las organizaciones criminales.

La magistrada subrayó que no se trata únicamente de un problema criminal, sino también social y estructural. “La vulnerabilidad social y económica se convierte en un factor de reclutamiento”, señaló, aludiendo a la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia de género como causas que empujan a las mujeres hacia estas actividades ilícitas.

Entre las modalidades de explotación mencionó el uso de mujeres como “mulas” para transportar drogas, su incorporación en tareas logísticas de bajo rango y la utilización de amenazas y coerción que limitan su capacidad de decisión.

Asimismo, advirtió que “la respuesta penal suele invisibilizar las condiciones estructurales que llevaron a estas mujeres a esta situación”, lo que conduce a su criminalización sin atender a las causas de fondo.

Finalmente, D’ Alessio remarcó que “la perspectiva de género es indispensable para comprender y juzgar estos casos” y que “no se trata solo de sancionar, sino de ofrecer alternativas de inclusión social”.