BUENOS AIRES.- La estadística oficial divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) confirmó que la inflación de noviembre alcanzó el 2,5%. Este guarismo supuso una aceleración de dos décimas respecto al 2,3% registrado en el mes anterior. Con estos números, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una variación interanual del 31,4% y del 27,9% en los primeros once meses del año. Las proyecciones indican que el indicador continuará bajo presión en diciembre y en 2026, motorizado principalmente por los ajustes pendientes en los precios regulados.

El informe del organismo estadístico nacional señaló que la división con el mayor incremento mensual fue "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles", con un 3,4%, seguida de cerca por "Transporte", que marcó un 3%. En el extremo opuesto, los rubros que mostraron las menores oscilaciones en sus precios fueron "Equipamiento y mantenimiento del hogar", con 1,1%, y "Prendas de vestir y calzado", con apenas 0,5%.

Los precios administrados tuvieron un papel preponderante en este incremento. La variación en los regulados fue del 2,9%, superando el índice general. Esto se explica porque durante noviembre el Ejecutivo Nacional avaló un incremento en las tarifas de luz y gas, que promediaron el 3,8%, y una suba cercana al 10% para los boletos de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Mientras tanto, los precios estacionales evidenciaron un alza mínima del 0,4%, y el IPC Núcleo –el que excluye la dinámica de estacionales y regulados– se ubicó en el 2,6%.

Al analizar el dato interanual, el economista Gonzalo Carrera, de la consultora Equilibra, destacó que la variación subió 0,1 punto porcentual en el mes luego de dieciocho meses consecutivos de descenso, manteniéndose en 31%. El especialista agregó que se estima que el 2025 cerrará con una inflación mensual que no estará lejos de la registrada a fines de 2024, aunque con una mejora en la competitividad dado que el tipo de cambio real multilateral se encuentra 19% por encima de diciembre de 2024.

Las proyecciones de las principales consultoras del ámbito privado habían anticipado que el IPC se ubicaría en un rango de entre 2,3% y 2,5%. La estimación más elevada, con un 2,5%, provino de la consultora Eco Go. Según explicó su economista, Lucio Garay Méndez, alcanzaron ese porcentaje por el incremento del 3% en el rubro "Alimentos y bebidas no alcohólicas", señalando que las carnes comenzaron a subir con fuerza a fines de octubre, lo cual, por su ponderación, impactó significativamente el nivel general. También mencionó que los regulados mantuvieron una incidencia alta.

Previamente, se había dado a conocer el índice de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). La cifra, considerada históricamente un adelanto de la estadística nacional, se ubicó en 2,4% en noviembre, implicando también una aceleración intermensual de 0,2 puntos porcentuales.

En el marco del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se observó que las proyecciones de los agentes privados también se recalentaron. La mediana de las respuestas arrojó que la inflación de noviembre fue del 2,3%, en contraste con el 1,9% que habían proyectado en el estudio anterior. Para lo que resta del año, el consenso de las consultoras que releva mensualmente el BCRA estima que los precios correrán al 2,1% en diciembre, y que entre enero y abril de 2026 la inflación oscilaría entre el 1,9% y el 1,5%.

Un tema central en el panorama económico es la demora en el ajuste de los subsidios. Hasta el momento de las elecciones legislativas, la administración no había implementado el recorte de los subsidios económicos solicitado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta dilación generó que se mantuvieran precios con un notorio atraso.

Desde la consultora Invecq subrayaron que si bien existieron progresos significativos, principalmente durante el primer cuatrimestre de 2024, antes de que el Gobierno diera prioridad a la desinflación, el proceso de realineamiento de precios sigue inconcluso. Comparando la matriz vigente con la del primer semestre de 2019, período previo al último reordenamiento macroeconómico, la denominada "inflación reprimida" totaliza 4,2 puntos, concentrándose los mayores desajustes pendientes en el segmento de servicios públicos.

Dentro de los rubros que presentan mayores rezagos, se encuentra "Energía eléctrica y gas", con atrasos de entre el 30% y 40%. Le siguen de cerca "Transporte", "Teléfono e internet" y los "Combustibles", con desfasajes que oscilan entre el 20% y 30%. En relación a esta última variable de la economía, un informe de la consultora Energía y Economía expuso que el ministro [Caputo] resignó ingresos por más de 2.326 millones de dólares, al abstenerse de aplicar las actualizaciones correspondientes al impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono en lo que va del año.

No obstante, luego de alzarse con el triunfo en las urnas con una amplia diferencia sobre la coalición Fuerza Patria (FP), el ministro de Economía convalidó incrementos en los servicios públicos y en el transporte. Además, ya se oficializó un nuevo esquema de subsidios para la electricidad, el gas y las garrafas que entrará en vigencia durante el ejercicio 2026.