jueves 11 de diciembre de 2025 - Edición Nº2563

Generales | 11 dic 2025

CAMPAÑA ANTÁRTICA DE VERANO 2025-2026

El “Irízar” colabora con una investigación oceanográfica internacional

18:21 |La campaña antártica permitió que el rompehielos ARA “Almirante Irízar” ponga en funcionamiento el primer sensor perfilador, que proveerá datos de temperatura y salinidad a la red internacional ARGO.


USHUAIA.- En el Pasaje de Drake, el rompehielos polar ARA “Almirante Irízar” concretó el despliegue de una boya perfiladora, un artefacto de alta tecnología diseñado para la recolección sistemática de datos hidrográficos en las gélidas aguas del continente antártico.

La maniobra se efectuó con la participación de personal de la Armada Argentina. Especialistas en oceanografía, meteorología, hidrografía y balizamiento a bordo del buque concretaron el lanzamiento del primero de seis dispositivos remitidos por el Woods Hole Oceanographic Institution, una institución de investigación oceanográfica con base en Estados Unidos.

Esta tarea se encuadra en el Programa Internacional ARGO, una iniciativa que utiliza miles de boyas robóticas para monitorizar los océanos. El objetivo es medir la temperatura y la salinidad en tiempo real, información fundamental para la elaboración de modelos oceánicos, la comprensión del clima global y el pronóstico de fenómenos como El Niño.

Durante la travesía y antes de su ingreso al mar, el equipo técnico se abocó a las tareas de calibración, activación y la validación del enlace satelital del sensor, confirmando de esta manera su correcto funcionamiento y emisión de datos.

El proceso de activación fue detallado por la Cabo Primero Nadia Florencia Saluk, perteneciente al Servicio de Hidrografía Naval. La suboficial explicó que la puesta en marcha se realiza mediante el desplazamiento de un imán sobre una ventana de la caja del equipo, lo que provoca la emisión de un sonido que indica la activación, completando el procedimiento en aproximadamente seis minutos. Una vez concluida la verificación, la tripulación aguardó que el “Irízar” alcanzara la posición geográfica establecida para proceder con la liberación del artefacto al Pasaje de Drake.

Sensores perfiladores

El dispositivo, al ser lanzado, comienza su inmersión hasta alcanzar los 2.000 metros de profundidad. Durante este ciclo, la boya recopila y registra variables esenciales como la temperatura y la salinidad del agua en las diferentes capas, datos que son automáticamente transmitidos a la base por vía satelital.

Tras un ciclo de diez días, la boya asciende y emerge a la superficie. Posteriormente, el equipo queda a la deriva, siguiendo el recorrido de las corrientes oceánicas y transmitiendo la información relevada de manera periódica.

El sistema global de observación oceánica mantiene en operación cerca de 4.000 boyas distribuidas en los mares del planeta. Estos instrumentos proveen datos de vital importancia para la inicialización y ajuste de los modelos de previsión meteorológica y oceanográfica a escala mundial.

Un rasgo ambiental relevante de este tipo de tecnología es su vida útil. Estos sensores permanecen operativos durante un período cercano a los cinco años, después del cual se desintegran de forma natural, siendo reemplazados por nuevas unidades.

El cruce del Pasaje de Drake

El Pasaje de Drake, conocido por sus desafiantes condiciones, es la porción de mar que demarca la división entre América del Sur y el continente Antártico. En este punto confluyen las aguas del Océano Pacífico y el Océano Antártico. Se trata de uno de los mares ubicados más al sur del mundo, constituyendo el trayecto más directo, aunque peligroso, hacia el continente blanco.

La travesía del rompehielos se inició en un escenario meteorológico adverso para la unidad. El avance de un sistema de baja presión generó vientos intensos, provenientes del sector oeste-suroeste, con ráfagas que alcanzaron la intensidad de temporal.

Las condiciones climáticas, no obstante, fueron mejorando de manera paulatina. La situación sinóptica viró a una zona de collado —un área de transición entre los distintos sistemas de presiones atmosféricas— lo que provocó una disminución gradual en la intensidad del viento.

A pesar de que la jornada se mantuvo predominantemente nublada, la merma en la fuerza del viento y en el oleaje proporcionó finalmente una “ventana meteorológica” que resultó óptima para la navegación de la unidad.

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