domingo 14 de diciembre de 2025 - Edición Nº2566

Generales | 14 dic 2025

Casi cuatro años sin justicia

El crimen de Alexis Baciocchi: un homicidio sin juicio, relato y la Justicia que sigue demorando

12:06 |A casi cuatro años del homicidio de Alexis Baciocchi, ocurrido la noche del 18 de diciembre de 2022 en Río Grande, el expediente judicial continúa sin una fecha cierta de juicio oral. La causa, que desde el inicio tuvo una fuerte exposición pública y mediática, hoy vuelve a quedar bajo la lupa por la lentitud del proceso, la excarcelación temprana de la única acusada y una serie de elementos que, con el paso del tiempo, exponen inconsistencias y vacíos que la Justicia aún no resolvió.


Baciocchi fue asesinado en su vivienda de la calle Punta Popper 363, en el barrio Malvinas Argentinas. Según la reconstrucción inicial, Florencia Eliana Mancilla acudió al domicilio, discutió con la víctima y lo apuñaló por la espalda en reiteradas oportunidades. El hecho fue seguido por una transmisión en vivo a través de Facebook, donde la propia acusada, con visibles manchas de sangre en sus manos, reconoció el ataque y lo justificó como una reacción ante un supuesto acoso prolongado.

Captura de transmisión realizada por Mansilla

Sin embargo, en el ámbito judicial no existen denuncias previas por acoso, violencia de género ni amenazas presentadas por Mancilla contra Baciocchi. Tampoco constan medidas de restricción, actuaciones policiales ni intervenciones judiciales que respalden formalmente ese relato. El único antecedente registrado antes del crimen es un posteo realizado por la acusada en un grupo de compra y venta de muebles, días antes del homicidio, donde manifestaba que vendía sus pertenencias porque “no soportaba más el presunto acoso”.

En ese mensaje, Mancilla sostuvo que el hombre —a quien identificó como un profesor de música— la acosaba desde hacía años y que incluso le habían advertido que esa relación “terminaría en una muerte violenta”. También afirmó que días antes del crimen se habría presentado sin motivo en su domicilio. “Yo me defendí. Él huyó como la rata que es”, escribió, para luego agregar una frase que hoy resulta clave: “Estoy cansada de mirar para los costados. Voy a actuar”.

El texto, publicado en redes sociales, cerraba con una declaración que, con el paso del tiempo, es leída como una confesión anticipada:
“Hay personas que te pueden violar y matar. Tengo fuerza. No seré víctima. Me cansé de los violadores. Me llamo Florencia Eliana Mancilla y me niego a ser víctima”.

Tras el crimen, en redes sociales comenzaron a circular capturas de supuestos chats con mensajes agresivos y denigrantes, que fueron presentados informalmente como intercambios entre la víctima y la acusada. No obstante, dichos contenidos no forman parte del expediente judicial, su autenticidad no fue certificada y nunca fueron incorporados como prueba válida. Por ese motivo, y por responsabilidad profesional, no son reproducidos en esta nota.

Pese a la gravedad del hecho y a la existencia de una confesión pública, Mancilla permaneció detenida menos de 48 horas. Posteriormente fue excarcelada, luego de que peritajes psiquiátricos determinaran que presenta “peligrosidad para sí misma y para terceros”. En ese marco, la causa tomó un giro particular: se dio intervención al Juzgado de Familia y Minoridad N°2, a cargo de la jueza Marina Montero, para evaluar su situación bajo la Ley de Salud Mental, considerando además que es madre de varios hijos.

Este abordaje, si bien contemplado en la normativa vigente, generó fuertes cuestionamientos. Para la familia de Alexis Baciocchi y para distintos sectores de la comunidad, la respuesta judicial fue más comprensiva con la situación de la imputada que contundente frente a un homicidio consumado.

Mientras tanto, el tiempo siguió corriendo. El expediente avanzó lentamente, la causa fue elevada a juicio oral, pero a casi cuatro años del hecho todavía no existe una fecha confirmada para el inicio del debate. No hay condena, no hay absolución y no hay una verdad judicial establecida.

El caso Baciocchi pone en evidencia una tensión profunda: cuando el relato público antecede a la investigación judicial, cuando no hay denuncias previas que respalden una acusación de acoso, y cuando la respuesta del sistema penal se dilata, la Justicia queda atrapada entre la sensibilidad social y su obligación de probar los hechos.

Hoy, el homicidio de Alexis Baciocchi sigue sin juzgarse. Y la pregunta persiste, incómoda y sin respuesta: ¿puede hablarse de justicia cuando un crimen reconocido públicamente aún espera, años después, ser juzgado?

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