El descubrimiento ocurrió en un sector próximo a la confluencia de los ríos Ewan Norte y Ewan Sur con el mar, una zona de difícil acceso a la que se arriba por la Ruta Nacional N°3 y caminos secundarios. Tras el alerta, una comisión policial se trasladó al lugar, junto a personal especializado de Policía Científica, para iniciar las actuaciones correspondientes.
En el sitio fueron hallados un cráneo y otros restos óseos, cuya morfología permitió identificar, en una primera observación, que se trataría de restos humanos. Los peritos determinaron además que los huesos son de antigua data, lo que abre un amplio abanico de hipótesis.
Si bien no se descarta ninguna línea investigativa, de manera preliminar se presume que los restos podrían corresponder a habitantes originarios de la isla, y que el hallazgo podría estar vinculado a algún tipo de rito funerario, ya que en el sector también se encontraron huesos que pertenecerían a animales.
Finalizadas las tareas en el terreno, los restos fueron colectados y resguardados para su posterior traslado a la morgue judicial de Río Grande, donde serán sometidos a análisis forenses que permitirán determinar con precisión su antigüedad, origen y procedencia.
La investigación quedó a cargo de la autoridad judicial competente, que aguardará los resultados de las pericias científicas para establecer las circunstancias en las que se produjo este hallazgo que volvió a poner en alerta a las fuerzas de seguridad en el sur de la provincia.