En diálogo con FM Del Pueblo, Iglesias subrayó que la moratoria “llega tarde, pero llega”, y remarcó que era una herramienta largamente reclamada por el sector comercial. Explicó que la medida permitirá sacar a muchos contribuyentes de la judicialización y brindar un marco adecuado para reconfigurar pasivos, regularizar deudas ante la ADEP y recomponer situaciones crediticias que hoy asfixian a comerciantes y emprendedores. “Es una oportunidad para encausar situaciones complejas y dar una salida a quienes quieren cumplir pero no pueden en el contexto actual”, afirmó.
El titular de la Cámara hizo hincapié en que la crisis del consumo golpea con más fuerza a Río Grande y a toda la zona norte, al no contar con el “amortiguador” que representa el turismo en Ushuaia. En ese marco, sostuvo que la herramienta fiscal es clave para sostener la actividad privada y evitar más cierres de comercios.
Sobre la salmonicultura, José Luis Iglesias consideró positivo que se haya dado el debate en el ámbito legislativo y destacó que la votación reflejó posturas diversas y fundamentadas. “No ganó uno u otro sector, ganó Tierra del Fuego”, señaló, y llamó a abordar el desarrollo productivo con responsabilidad ambiental, controles adecuados y una mirada integral del territorio. Cuestionó que muchas veces el foco esté puesto solo en el salmón, mientras se toleran otras prácticas que también generan impacto ambiental sin el mismo nivel de discusión.
“El trabajo es la salida. No se sale con ideas vacías”, afirmó Iglesias, al defender la necesidad de generar empleo privado genuino. En ese sentido, remarcó que la salmonicultura, bajo sistemas controlados y con inversión privada, podría convertirse en una alternativa concreta para personas que hoy quedaron fuera del circuito laboral tras despidos en la industria o el comercio.
Finalmente, el dirigente empresarial reclamó una visión menos centralista y pidió avanzar en proyectos estratégicos para Río Grande y la zona norte, como el desarrollo del puerto, el fortalecimiento del sector energético, la radicación de organismos provinciales y una distribución más equitativa de inversiones y presupuestos. “Tenemos que pensar en grande y juntos para sacar a Tierra del Fuego adelante. El sector privado siempre está para poner; ahora necesitamos reglas claras, trabajo y una mirada de desarrollo real”, concluyó.