Según relató Brúa en FM Provincia, activistas que se encontraban en el lugar descargaron su enojo contra los empleados legislativos, pese a que estos no tienen participación en las decisiones políticas ni en las votaciones de los legisladores. “Nosotros somos trabajadores de la casa, cumplimos con nuestro trabajo y no nos manifestamos ni a favor ni en contra de ningún proyecto”, remarcó.
El dirigente sindical denunció que varios vehículos de trabajadores fueron rayados “de punta a punta”, generando importantes perjuicios económicos. Además, señaló que hubo golpes contra autos y vidrios, lo que incluso pudo haber puesto en riesgo la integridad física de las personas que se retiraban del lugar. “No es la forma de protestar. Se puede reclamar, pero dañar la propiedad privada y agredir no es aceptable”, afirmó.
Brúa indicó que la persona responsable de los destrozos estaría identificada gracias a las cámaras de seguridad del edificio legislativo y que los trabajadores afectados avanzarán con las denuncias correspondientes. “No vamos a permitir que esto quede así. Cada compañero hará la denuncia por los daños sufridos”, sostuvo.
Finalmente, el secretario general de APEL repudió los insultos y la violencia ejercida contra empleados que nada tienen que ver con las decisiones políticas, y llamó a reflexionar sobre los límites de la protesta social para evitar que el enojo derive en hechos de violencia y perjuicios a terceros.