En declaraciones en FM Master´s, Gallego explicó que el conflicto no es nuevo y que se arrastra desde junio, cuando se dejó sin efecto el convenio entre la OSEF y el prestador privado sin que se lograra un acuerdo de reemplazo. “Hace seis meses que no hay contrato. Nadie puede explicar qué se hizo durante todo ese tiempo ni por qué se llegó a esta situación límite”, sostuvo, remarcando que se trata de un servicio esencial donde “está en juego la vida de las personas”.
El futuro director —que asumirá formalmente el 2 de enero— señaló además que las discusiones recientes se dieron en un marco de absoluta informalidad, sin documentación respaldatoria ni claridad sobre supuestos preacuerdos. En ese contexto, cuestionó los incrementos exigidos por la clínica, que oscilarían entre el 35% y el 40% en algunas prestaciones, valores que consideró “muy por encima de los parámetros históricos” y difíciles de afrontar para una obra social con un déficit estructural.
Otro de los puntos más sensibles que expuso Gallego fue la falta de utilización de herramientas legales ya vigentes. Recordó que en julio se creó un fondo específico para enfermedades de largo tratamiento, destinado a garantizar medicación de alta rotación, pero advirtió que, cinco meses después, no existen explicaciones claras sobre su implementación. “Hay pacientes oncológicos esperando medicamentos mientras los fondos existen y no se usan”, denunció.
Si bien en las últimas horas trascendió que se realizaron nuevas reuniones y que podría haber avances para restablecer las prestaciones, el conflicto sigue abierto y el impacto sobre los afiliados continúa. “No estamos hablando de mercadería ni de un servicio cualquiera, estamos hablando de salud, de vida o muerte”, concluyó Gallego, reclamando responsabilidad urgente tanto del prestador como de la conducción de la obra social.