Lechman remarcó que la Legislatura aún no tuvo acceso a la denominada “letra chica” del convenio y señaló que, según los balances de la petrolera, las operaciones de YPF en la provincia dejarían un pasivo cercano a los 80 millones de dólares anuales. “No se puede votar algo así sin información. No estamos decidiendo sobre un trámite menor, estamos hablando del patrimonio de todos los fueguinos”, afirmó.

En ese sentido, aclaró que su postura no responde a una oposición política ni a un enfrentamiento con la empresa o los trabajadores, sino a una cuestión de responsabilidad institucional. “No puedo acompañar algo que signifique cargarle a cada habitante de la provincia una deuda millonaria sin garantías de que sea transitoria y sostenible”, explicó.

Otro de los puntos centrales de su planteo fue la situación de la planta Orión, que YPF conservaría pese a su retiro de los yacimientos fueguinos. Lechman sostuvo que se trata de un activo estratégico que genera importantes ingresos por la venta de combustible a particulares, empresas y al sector turístico, mientras que la provincia asumiría los pasivos ambientales y económicos. “Se quedan con lo bueno y nos dejan lo malo”, resumió.

Durante la entrevista también se refirió al debate por la ampliación del ejido urbano de Ushuaia, un tema que consideró necesario pero que, a su entender, debe abordarse con planificación y consenso. Si bien reconoció el crecimiento poblacional y la demanda de suelo urbano, advirtió que no deberían incorporarse zonas sensibles como los valles, Punta Paraná y Puerto Almanza, por su valor ambiental, turístico y cultural.

Finalmente, Lechman llamó a dar un debate profundo y sin apuros tanto sobre el acuerdo con YPF como sobre la expansión urbana. “No le escapo a la discusión, pero no voy a votar a ciegas. Gobernar y legislar también es pensar en lo que le dejamos a las generaciones que vienen”, concluyó.