“Las ventas se realizan, la gente compra, pero el ticket promedio está más bajo que otros años”, explicó González, quien señaló que, si bien las fiestas y el inicio de la temporada turística generan movimiento, el contexto económico condiciona el volumen y el tipo de consumo.
Según detalló en FM Provincia, la complejidad del escenario actual se refleja en un cambio de hábitos: los consumidores priorizan compras más acotadas y ajustadas al bolsillo. “En situaciones económicas más favorables se compran más regalos, más adornos, más volumen. Hoy la venta existe, pero con un gasto más medido”, sostuvo.
A esta realidad se suma la fuerte caída de la rentabilidad del comercio a lo largo del año, producto del aumento de tarifas, servicios y costos operativos. “La baja rentabilidad obliga a vender más volumen para compensar, y eso hace que el año haya sido realmente difícil para muchos comerciantes”, advirtió.
González reconoció que en la ciudad se han registrado cierres y cambios de rubro, aunque aclaró que, en el caso de Ushuaia, la alta demanda de locales comerciales y el impulso del turismo permiten que los espacios se reocupen rápidamente. “El turismo es un valor agregado muy importante que marca una diferencia respecto de otras ciudades de la provincia”, indicó.
Finalmente, el titular de la Cámara de Comercio de Ushuaia destacó que, pese a las dificultades, el sector mantiene expectativas moderadamente positivas de cara a la temporada de verano, aunque subrayó que la recuperación dependerá de una mejora del poder adquisitivo y de condiciones que permitan reactivar el consumo interno.